Paso firme

Ana Vives Casas

anvives@huelvainformacion.es

Un paseo entre andamios

Siempre es agradable pasear por el centro de la ciudad, alejada del tráfico y con la comodidad de poder avanzar por calles alineadas con fachadas y escaparates llenos de color y vida. Es la silueta urbana, la que en Huelva nos hemos empezado a acostumbrar a ver envuelta en andamiajes y edificios históricos vacíos y (por desgracia) como si se dejasen en el olvido para que la inacción los dejase caer.

Es verdad que las obras de reforma de los edificios antiguos y de las calles hacen que toda ciudad parezca que esté permanentemente en construcción, en evolución y movimiento, pero en Huelva nos hemos habituado (ojalá no acomodado) a los andamios sin vida de obras paralizadas que suman meses (y más meses) sin solución.

La visita de la consejera de Cultura esta semana ha puesto peso en el proyecto de un museo arqueológico para Huelva, permitiendo un viaje en el tiempo que cuente la historia de la humanidad desde la ciudad más antigua de occidente. Pero ha pasado demasiado tiempo y el hallazgo de los restos arqueológicos en la antigua sede del Banco de España devuelve los trabajos al punto cero, con los retrasos oportunos, mientras las máquinas no accedan a su interior. Este es el mejor de los casos, con una fecha sobre la mesa (no estará listo antes de 2023) y un diseño definido que busca un proyecto ambicioso "a la altura de la historia patrimonial y cultural de Huelva".

Pero los andamiajes siguen en el camino por el centro de la ciudad. El edificio de la antigua sede de Hacienda, con un proyecto del anterior Gobierno para rehabilitarlo en su totalidad, lleva ya un año paralizado, dejando a la vista su esqueleto, con lonas caídas y una imagen que dista mucho de la construcción que se inauguró en diciembre de 1952, en la nueva arteria de la ciudad que se abría hacia El Punto con los edificios oficiales a ambos lados.

El tiempo pasa y corremos el peligro de olvidar que los andamiajes son estructuras temporales, que funcionan de armadura mientras se rehabilitan viejas edificaciones para mejorar sus condiciones de habitabilidad o se modifican el uso tras años en barbecho. No los dejemos de forma permanente, demos vida a las construcciones y obras olvidadas desde hace años. ¿Qué pasa con el Archivo Histórico Provincial? ¿Y el Cuartel de Santa Fe, la antigua cárcel, la casa del obrero de vía de Cardeñas, o la antigua sede de Correos? Son sólo algunos ejemplos. El patrimonio es parte de nuestra identidad, recuperémoslo.

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