Ojo de pez

Pablo / Bujalance

La murga de los currelantes

24 de febrero 2014 - 01:00

HACE ya tiempo que puedo hablar y escribir sobre Carlos Cano sin ese pellizquito doloroso que me atizó durante años. Del día de su muerte recuerdo las dos lágrimas de mi madre en la cocina de la casa. Se nos había ido alguien nuestro, alguien que nos tocaba de cerca, más de hecho que algunos parientes que tan poco tenían que ver conmigo; más le debía yo a aquel cantante tan serio, al que conocía de escuchar a diario y de haber visto en los escenarios, que a los vínculos asépticos de la sangre. Adopté el alivio de luto, al fin, cuando constaté que Carlos Cano estaba más vivo que nunca, porque todo aquello a lo que cantó sigue mereciendo su poética, su acidez, su gracia. Ante el próximo Día de Andalucía, me siguen pareciendo idóneos los versos que cantó en La hoguera, los mismos que llamaron la atención de Fernando Savater: "Yo quiero decir / que algo pasa aquí por el Sur / mucho sol y sol y poca luz". No puedo imaginar un lema mejor, una lección más clarividente, un himno más eficaz, una definición más acertada del territorio, todavía, casi cuarenta años después de que Carlos Cano la escribiera.

La cuestión es que, como la cosa se ha tornado estos días carnavalesca, me ha dado por ponerme a todas horas La murga de los currelantes. Y no deja de sorprenderme (casi, a veces, estremecerme) el modo en que esta canción, grabada en 1977, parece escrita ayer: "Se acabe el paro y haya trabajo / escuela gratis, medicina y hospital / pan y alegría nunca nos falten / que vuelvan pronto los emigrantes / haya cultura y prosperidad". ¿Tan previsibles somos los andaluces, o lo fuimos al menos durante la Transición, cuando ya quedó patente quién iba a anudarnos la soga al cuello? ¿O tan implacable es nuestra condena para que andemos cual Sísifo, subiendo por la ladera la enorme roca que, una vez en la cumbre y vislumbrado el horizonte, vuelve a caer hasta el fondo? ¿Ha desarrollado Andalucía un gobierno propio a base de burocracias asfixiantes y ciertos escándalos para que haya que seguir pidiendo en 2014 pan, trabajo, cultura y sanidad? Claro, podemos recordar aquello de que conviene cambiarlo todo para que todo continúe igual; pero cabría preguntarse quién se beneficia de que así sea.

También se quejaba Carlos Cano de que, cuando más clarito ya lo tenía, volvió la peineta para Andalucía. Y ahí sigue, promocionada desde los entes públicos, con las alternativas debidamente soterradas. Habrá que cantar otra vez la murga, entonces, para decirlo de la manera más bonita y popular.

stats