
Vía Augusta
Alberto Grimaldi
A Montero no le salen las cuentas
En la sede, los contertulios la observaban ojipláticos perdidos. Algunos apenas eran capaces de sostener entre sus manos la taza de café, y los otros, más avezados en aquellas lides, aprovechaban para meterle mano a la bandeja de pastelitos de El buen gusto que había traído el nuevo para entrar con buen pie.
-Pregúntale otra vez, por favor -insistió, boquiabierto.
-Venga, una vez más y ya está -decía el otro, sonriendo maliciosamente-. Marisa, ¿hay algún problema con los trenes en Huelva?
Y Marisa, sin parpadear siquiera, pronunció exactamente las mismas palabras de hacía apenas dos minutos:
-La inversión pública que llega a Huelva en materia ferroviaria es real, concreta y responde a criterios de sostenibilidad, seguridad y vertebración del territorio. Estas actuaciones demuestran el compromiso del Gobierno de Pedro Sánchez con una infraestructura clave para nuestra provincia.
-Tío -interrumpió el nuevo, volviéndose, estupefacto, hacia su interlocutor-, es increíble. Parece totalmente que se lo cree. Y no ha cambiado ni una coma. ¿Y tiene más frases, o solo es esa?
-Tienen muchas más -aclaró-. Según lo que preguntes.
-Creo que es una IA -sostuvo otra interlocutora, antes de atrapar la última milhoja que quedaba.
-Wow -murmuró el nuevo, sin dar crédito-. ¿Entonces es verdad que les ponen un microchip?
-Su nombre en clave es ‘La voz de su amo’, pero no sabemos con seguridad si es un implante o si lo hacen voluntariamente. Lo que es seguro es que cuando vienen de Madrid ya llegan así. Y cuanto más tiempo pasan allí, peor. Se les va olvidando todo. Es como la peli aquella de los ladrones de cuerpos, ¿te acuerdas?
-¿Da miedo, ¿eh? Se le quitan a uno las ganas de que te elijan ¿Y a los que mandamos a Sevilla también les pasa?
-Esos han estado mucho tiempo callados, pero los han debido reprogramar y ahora van todo el rato como enfadados, y gritando.
-Pues yo creo que para volver a ganar hay que cambiar todo esto, compañeros -aseveró, preocupado, el nuevo.
-Nada, nada… Tú tranquilo. Si llevamos así toda la vida.
-Hombre, ya… -insistía-, pero la gente se puede terminar hartando y…
-¿Aquí? Chico, aquí no se harta nadie. Podríamos estar otros 30 años sin Ave que mínimo sacamos dos diputados y unas cuantas alcaldías. Yo te digo a ti que un día se nos va la pinza y les cortamos un carril de la autopista, los dejamos sin tren y les atascamos la H-30, todo a la vez, y aún quedarían un montón para aplaudirnos. A estos no hace falta ni ponerles microchip, tío. Nacen ya con el cerebro ‘lavao’ -Rió. Y rieron todos. Y rieron tanto que sus carcajadas retumbaron como un eco tenebroso por toda la provincia.
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