Voces nuevas
María Fernández
Onubenses de segunda
El pasado 8 de marzo falleció la mujer trabajadora, Juana Orta González, con 82 años de vida entregada, la mujer que redimió a Huelva de la imagen vergonzosa que dio esta ciudad con ese “a por ellos” con los que se jaleaba a la Guardia Civil cuando salía a reprimir al pueblo catalán aquel infausto 1 de octubre. Ella, por contra, comprendía la lucha de los pueblos y así lo transmitió fuese por donde fuese, gustase a quien gustase. Y estaba convencida de que, ya fuera en Euskadi, en Cataluña o en Andalucía la unión de los pueblos se construye desde abajo, nunca impuesta a golpes.
Una de las personas más comprometidas que ha habido en la historia reciente de Huelva ha destacado por su activismo contra la dictadura y en defensa de los derechos humanos y de la causa obrera. Su fallecimiento ha causado dolor en ambientes sociales, sindicales, políticos y andalucistas, pero también la alegría que comprobar que se puede tener una vida llena de implicación, perseverancia y coherencia hasta el último momento.
Las personas que la acompañaron hasta ese último momento cuentan una anécdota que ilustra esto: cuando, ya convaleciente, Juana tenía algún momento en el que despertaba le decía a su cuidadora: “¡Ay, hija mía, qué guerra te estoy dando! ¿Te puedo echar una mano en algo?” Como si no concibiera estar al lado de las personas que merecen descansar y ser cuidadas. Como si todavía le quedara por hacer algo para mejorar la situación de las trabajadoras.
Juana Orta habló alguna vez de su infancia; habló de la pobreza en la que creció, dentro de una familia marinera, pobreza en la que crecieron tantos y tantas españolas en la España de la posguerra y que, en su caso, marcó su recuerdo y su lucha. Juana Orta habló de lucha contra la dictadura y de aquellas organizaciones en las que militó; la JOC, la ORT, el Sindicato Unitario, Nación Andaluza, APDHA o la Plataforma Parque Moret, donde vehiculó sus inquietudes sociales y políticas, para ser herramientas de lucha obrera. Juana Orta habló de desprendimiento y acogida incondicional.. Juana Orta habló también de su vida laboral; trabajó como limpiadora, en conserveras, en el Polo de Químico, y desde ahí también habló de cómo sufrió las consecuencias de ser partícipe de huelgas. Pero sobre todo donó, sin necesidad de hablar, una vida entera a la construcción de una Andalucía libre de cortijos, de pobreza, de sirvientes y de racismo.
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