Jubileo Magno

25 de septiembre 2025 - 03:08

Como corona de oro de un mes mariano, pasó la Magna, dejando caer toda el agua bendita de la gracia mariana sobre la ciudad de Huelva.

Se había esperado con entusiasmo, interés y devoción la llegada de ese día especial en que 24 imágenes de Vírgenes nuestras, con la pátina andaluza del sol, que despedía un estío ya ido para la Historia religiosa y devocional de un pueblo apasionado en el fervor a tantas advocaciones tan nuestras que se fundieron en sólo una.

Huelva ha marcado una fecha única e inolvidable para el calendario de un tiempo nuevo.

Ella reunida, en tantos nombres que eran piropos vivos en la contemplación de sus imágenes como regalo y colofón mariano de un Año Jubilar que un Papa recordado anunció como de la Esperanza.

La infinidad de calles onubenses se llenaron de procesiones de Patronas de pueblos de la provincia, titulares de Hermandades y cofradías, que testificaron públicamente el amor a la Madre de Dios, como señal de una tierra que desde siglos consagró su devoción más grande a María Santísima.

Toda la provincia mariana de Huelva junta, reunida en un solo altar en la capital, para rendir tributo de pleitesía a la Reina de los cielos.

Que emoción fue contemplar como la devoción se hacía viva y sonora exclamación, al paso de cada una de esas imágenes que lo eran todo para nosotros en el ámbito familiar y parroquial de tantos lugares de la provincia.

Una oración hecha Salve con 24 cuentas de un rosario que cantaba a 24 misterios marianos de nuestra fe.

Una organización adecuada a las pretensiones que se tenían y que se cumplieron con exactitud, orden y extremada devoción.

La Magna fue un ejemplo para la religiosidad popular de un pueblo que en María tiene su más bella y querida estrella de devoción y amor.

La diócesis de Huelva ofreció un ejemplo para cita que todos recordaremos y Huelva manifestó la certeza de su título de “muy mariana ciudad”. Y para el Amén de una letanía gloriosa de Vírgenes onubenses, una cinta blanca y azul para atarnos por siempre a Ellas.

La Magna cumplió su objetivo y el Jubileo de la Esperanza fue como una bendición del cielo sobre un pueblo eternamenerte mariano y sentidamente andaluz.

stats