Enhebrando

Manuel González Mairena

Y yo me iré

Huelva, 10 de octubre 2022 - 21:14

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- Maestro, la que ha montao. No ha habido rincón de este país extraño en el que no se hable de usted, por bien o mal o regular que les aparentase. Pero lo que es fuerte, realmente fuerte, es que se haya hecho viral por esos vericuetos de internet lo que ellos llaman un mensaje de despedida, de hace nosécuántos años, y no es más que unos versos de su paisano Juan Ramón Jiménez. ¿Adónde hemos llegado? Hay que explicar que lo que se le escucha recitar es uno de los poemas más famosos de uno de los mayores autores de nuestra literatura. ¡Qué bajonazo! Hoy el saber de las gentes no lo guardan en su cerebro sino en la palma de su mano. Smartphone, lo llaman. ¡Intelijencia, dame el nombre exacto de las cosas!, y no al revés. A ver quién nos libra de ésta.

Y mucho han alabado su trabajo, sus modos, esa propuesta de contenidos y cultura para el público, muchos laudes a su legado en radio y televisión, los mismos que no le echaban de menos ni de más, esos mismos que acuden como locos a la telebasura del momento y huyen, como huye el agua por el retrete, de cualquier contenido mínimamente cultural. Que yo no digo que no haya que distraer al intelecto de vez en cuando, pero lo de ahora es desnutrirlo. Desecar el cerebro y mirar para otro lado. A uno ya no le da ni para una carcajada cuando anuncian una película con el marchamo de “cultura europea”. Menuda jugarreta ésta, llamar cultura a cualquier cosa.

Tres cuartos de lo mismo se puede decir de cierta prensa, que le ha dedicado páginas, columnas y elegías bien merecidas y bien documentadas, pero a sus alrededores digitales emergían falacias, titulares capciosos y malajes, que encabezaban una noticia que no existe; clickbait le dicen, porque no han tenido el valor de llamarlo mentira cochina o engañabobos. Porque menuda matraca que han dado por un chaval de la noche que le pone los cuernos a una marquesa de los medios, que si sí, que si no, que si vídeo, que si me voy, que si perdón... ¡Lo que hay que aguantar! Parece que han desecado al cocodrilo por el ojo.

Y ya de política mejor no hablamos ahora, que pa qué. Bagatelas del suma y sigue. Aunque eso de ver, oír y callar es cosa de corruptos. De tanta acumulación a uno se le emponzoña la sesera. Tal vez las dos españas siempre hayan sido la que sufre por algo y la que sufre por ná. Por eso no se sabe si merece la pena discusión alguna cuando uno no quiere tener enfrente a nadie sino al lado. Usted lo sabe bien, que no es lo mismo irse que quitarse de en medio.

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