fila siete

Vicente

La insaciable codicia

25 de enero 2014 - 01:00

Multicines La Dehesa Islantilla, CineBox Aqualon Puerto Huelva, CineVip Lepe, El Condado Cinemas 7, Al Andalus Punta Umbría y Cines Artesiete Holea.- Producción: Estados Unidos, 2013.- T.O.: 'The wolf of Wall Street'.- Duración: 180 minutos.- Dirección: Martin Scorsese.- Guión: Terence Winter basado en el libro de Jordan Belfort.- Fotografía: Rodrigo Prieto.- Música: Howard Shore.- Montaje: Thelma Schoonmaker.- Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Jonah Hill, Matthew McConaughey, Kyle Chandler, Jean Dujardin, Margot Robbie, Jon Favreau

He aquí una comedia negra a la medida de Martin Scorsese capaz de forzar la realidad de unas memorias para consumar un escenario de excesos desmedidos para cuya realización ha tenido problemas serios de producción y de censura que recortaron sus exageradas ambiciones, sus demasiado explícitas y redundantes escenas de sexo que amenazaban con limitar las licencias de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos y dejar su exhibición sólo para mayores de 17 años. Cedió en sus profusiones de producción y a la imposición de los censores. El resultado es el retrato de un arribista sin escrúpulos que según él era "la versión perversa de Robin Hood" y se dedicaba con sus degenerados colegas a lanzar enanos contra una diana, entre otras depravaciones indeseables.

Ésta es la historia real de Jordan Belfort, el insaciable bróker, que aprovechándose de la falta de regulación imperante a finales de los años 80 y principios de los 90 se dedicó a prácticas bursátiles especulativas de carácter dudoso en el sector financiero para conseguir inmensas cantidades de dólares y terminar en operaciones claramente ilegales y en actividades absolutamente corruptas. Al mismo tiempo el protagonista y sus ambiciosos corredores bursátiles entraron en una vorágine enloquecida de experiencias sexuales, drogas, bacanales, juergas delirantes y frenético consumo de todo tipo de drogas de las que Belfort llegó a consumir, según proclama el mismo "suficientes drogas como para sedar a Manhattan, Long Island y Queens durante un mes".

Las exageraciones de este oportunista - "El dinero te hace mejor persona", dice - en su desenfrenada carrera hedonista, paralela al modelo de capitalismo salvaje y los artífices de la destrucción económica que algunos todavía padecemos, corren pareja con la exuberante, desenfrenada y en ocasiones esperpéntica visión de un depravado comportamiento personal y financiero. La expresión visual de este retrato de la inmoralidad es a veces tan desproporcionada y grotesca que pone en duda su veracidad y desmerece la fascinante factura cinematográfica de la película que, Martin Scorsese, tan propenso a la hipérbole, satura reiterativamente en un ámbito obsesivo de corrupciones financieras, insaciable codicia, drogas, alcohol, orgías y todo tipo de envilecimientos. ¡Ah! y un lenguaje soez que repite cientos de veces unas expresiones obscenas y despreciables.

Fascinante en su puesta en escena, cruel en el retrato del sórdido mundo de muchos tipos que prostituyen a diario el mundo de las finanzas, el ámbito corrupto y sórdido de Wall Street, la película, que puede fascinar por su fuerza visual, puede decepcionar por sus extraviados excesos. Excepcional interpretación de Leonardo DiCaprio.

QUIROGA

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