Benito de la Morena Carretero

Sobre nuestro futuro "natural" inmediato

Hace poco escuché a un virólogo decir que las pandemias serían un mal endémico con el que deberemos acostumbrarnos a vivir en el futuro y al momento pensé en los jóvenes, y no sólo los de mi entorno inmediato. Luego y ya con un cierto control de mis emociones, hice uso de hemeroteca y contemplé como la sociedad se ha ido adaptando a los cambios, bien naturales, sociales, etc… que se han ido produciendo, hasta llegar al momento actual. Siempre ha sido así y lo seguirá siendo.

Pienso que nuestro problema hoy, es que miramos con los ojos del pasado los problemas del presente, y creo que eso es un error, aunque el refrán de aprovechar la experiencia anterior para construir un futuro mejor, siga estando vigente.

Mi percepción actual, quizás debido a los inmensos y rápidos cambios que la sociedad ha experimentado, es que el futuro sólo se puede mirar desde la innovación y con cierto arrojo. Ya no estamos en la época en que un cambio duraba décadas e incluso siglos, esa época en la que todo seguía igual durante la eternidad de tu vida. Hoy, gracias a las nuevas tecnologías, la inteligencia artificial, la nanotecnología, el futuro es casi un presente y mi mente, como la de muchos, no puede tirar de experiencia para construir el devenir. Intentarlo sería frenar el desarrollo y debemos saber dejar paso a los nuevos emprendedores en todos los campos.

El Perseverance ha aterrizado en Marte en busca de "vida", cosa curiosa con lo que poco que valoramos la "vida" que conocemos. Ciertos personajes cuyos nombres no debo indicar por riesgo jurídico, no me atrevo a decir por "daño a su honor", generan ganancias anuales equivalentes al salario de tres mil trabajadores cualificados, seis mil si son operarios, diez mil si fueran personal de servicios. El total del gasto militar mundial llegó hasta los 1,7 billones de dólares en 2017; mientras tanto y según la OMS, en promedio, los gobiernos gastan US$ 60 por persona en salud en los países de ingresos medios-bajos y cerca de US$ 270 por persona en los países de ingresos medios-altos, y unos 400 millones de personas, aún tiene grandes dificultades para satisfacer necesidades básicas, según el Banco Mundial.

¿Algo falla?, parece que no, pues la ciudadanía sigue apostando por gobernantes que sólo miran por su beneficio propio y el de su sector.

¿Algo falla?, parece que sí, cuando a los jóvenes no se les enseña a defender sus opciones de futuro y se pretende controlar sus decisiones, antes con métodos doctrinarios y ahora con métodos subliminales.

¿Algo falla? sí, cuando la prioridad parece estar en mantenerse en ese limbo de "poder" enardecido, en el que el ser humano desembarcó hace milenios, desarrollando un sinfín de proyectos de mejoras tecnológicas y demostrando su capacidad depredadora, incluso con lo de su misma especie.

¿Algo falla?, sí, algo falla cuando hemos perdido la conciencia social, cuando hemos olvidado el sentido de la vida, cuando la prepotencia supera al razonamiento y cuando asumimos con agrado las manipulaciones sistemáticas de nuestra mente, cada vez más influenciada por los medios afines al sistema. Sí, ¡¡algo falla!!

Y en medio de ese periplo de subsistencia al que nos han acostumbrado, la sociedad se atormenta porque un "bichito" microscópico desencadena una pandemia que elimina a dos millones de habitantes, en un planeta en el que hoy habitan, según el último informe demográfico de las Naciones Unidas (2019), unos 7700 millones de personas; y no prestamos la debida atención al informe de Naciones Unidas 2020, que nos da el siguiente aviso, "En los países más desarrollados la principal causa de muerte sigue siendo la cardiopatía, seguida por el alzhéimer; en los menos desarrollados, muchos niños no alcanzan siquiera a crecer, con la principal causa de muerte siendo las afecciones neonatales, seguidas por las infecciones al sistema respiratorio". Y yo me pregunto, ¿será porque esas parcelas ya están sobradamente amortizadas por las industrias farmacéuticas y sus adláteres?

Mucho tendremos los seres humanos que mejorar la intuición, la perspicacia, la agudeza, la inteligencia y también la sensibilidad, la humanidad…. para intentar sobrevivir en un entorno donde el respeto y la dignidad sean valores fundamentales y así intentar minimizar esa ambición desmedida que está proyectando a nuestra sociedad hacia una desembocadura, donde la palabra humanidad ya no tiene cabida.

Difícil tarea les espera a los más jóvenes y yo, que ya tengo "el piloto del tiempo encendido", sólo puedo ofrecerles mi palabra y desearles suerte y ánimo.

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