La falsa varita mágica del mundo 'online'

Muchas veces las falsas expectativas y el desconocimiento nos llevan a decepciones

Me alegra saludarte de nuevo, si es que la semana pasada tuviste la suerte o la desgracia de leer sobre "el cuñado de las redes sociales". Si es la primera vez que pasas por aquí… ¡Hola! Me presento. Soy Álvaro R. Machío, y dirijo una agencia multimedia de comunicación junto a mi hermano Javi.

El jueves pasado cogí las maletas y me fui unos días a Portugal. Qué maravilla lo de nuestros vecinos. Vengo más enamorado que nunca de su gente, su gastronomía y de sus playas acantiladas. Estando allí pensé en la temática de esta columna. Tuve una lucha interior fuerte, créeme. Como el artículo de la semana pasada tuvo cierto éxito (llámese éxito a que un familiar y un amigo te manden un recorte del periódico acompañado de "mira el tío, que es famoso. Invítate a algo") me llegué a plantear muy seriamente crear una serie de artículos sobre los cuñados. Está el de las redes sociales, pero hay muchos más. He decidido que por ahora no. Ya llegará vuestro momento… (risa malvada seguida de tos por atragantamiento con un trozo de almendra).

No, el mundo online no tiene una varita mágica. ¿A qué me refiero? Que no por iniciar tu presencia en Facebook tendrás miles de seguidores en pocas horas. No por poner en marcha una campaña multiplicarás tus clientes. No por montar una tienda online te lloverán los pedidos.

Esto puede parecer de perogrullo, pero no lo es tanto. A veces las falsas expectativas y el desconocimiento nos llevan a decepciones. Lo vengo notando en los últimos meses, más aún desde la irrupción en nuestras vidas del Covid-19. Son muchos los empresarios/as que ponen esperanzas en el marketing online, posicionamiento o ecommerce. Se aferran a ello para generar más ventas y aumentar su volumen de facturación. Precisamente yo no voy a ser el que te diga que te olvides del mundo online. Claro que no. Pero tienes que saber que el online no hace milagros. No existe una poción mágica. No es darle a un botón y "ale, a vender". Como todo en la vida, requiere de esfuerzo y constancia. El caso más escandaloso sin duda ha sido el de las tiendas online, la gran mayoría de ellas abocadas al fracaso. ¿De qué sirve invertir un dinero importante en la construcción de una tienda online si luego estará invisible? Llevado al offline: ¿De qué sirve que tengas una tienda preciosa si la sitúas en un callejón por el que no pasa nadie? Para empezar necesitas una estrategia, un plan de comunicación y posicionamiento que te haga visible. Y esto se consigue paso a paso. ¡Apliquemos la filosofía cholista al online! Vamos partido a partido. Me faltan líneas para darte más detalles. Un día, con una cerveza y una tapa de habas enzapatás por delante, te cuento más.

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