Brindis al sol
Alberto González Troyano
Mejor por escrito
ES triste comprobar que en tan solo dos años se pueden tirar por la borda todo lo conseguido en 30 años de Carnaval, si 30, que algunos dirán que son 29, pero eso es de concurso y 30 de carnavales. El año pasado en mi primera columna dije que volvíamos a pasos agigantados hacia atrás, lo que yo llamé involución. Además de la involución propiamente dicha hoy en día tenemos una recesión carnavalera. Os lo explico, el término recesión se entiende por la disminución generalizada de la actividad económica de un país o región.
Esto trasladado al Carnaval se traduce en menos actos en las calles (será para que no se pase frío, esta Fopac está en todo), cabalgata (será para que los grupos no se cansen), se suprime de todo, menos los garbanzos, (será que los garbanzos están baratos y los que los hacen no los cobran). Lo que no bajan son los premios esos se mantienes y en algunos casos se aumentan. Hago una pregunta ¿porqué las comparsas que quedaron segunda y tercera en la última edición del concurso todavía no han cobrado sus premios? ¿Y porqué solo ellas? ya que según tengo entendido todos los demás premios han sido pagados.
¿Sabéis cuánto cuesta hacer la cabalgata? Sobre 25.000 euros. ¿Sabéis cuánto dinero se paga en premios?: 34.000 euros. Creo que la diferencia es palpable, pero aquí teniendo el segundo mejor concurso del mundo mundial nos basta, preferimos que ese dinero que debería disfrutar todo el pueblo de Huelva se lo lleven los grupos. ¿Es lógico? Por eso digo que el Carnaval en Huelva es puro teatro, muchos me dicen que es lo que hemos querido los carnavaleros, y yo les digo que llevan razón.
El Ayuntamiento, con buen criterio, ha reducido la subvención, y digo con buen criterio porque si el Carnaval lo van a disfrutar unos cuantos que lo costeen ellos; todo sería diferente si participara la gente de Huelva, asociaciones de vecinos incluidas. Dejémonos de pamplinas y volvamos a sacar el Carnaval del teatro.
Hasta mañana
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