Desigualdad y exclusión en España

El IX Informe FOESSA, elaborado por la fundación FOESSA y Cáritas, ofrece un retrato profundo y preocupante de la realidad social española. En un contexto de incertidumbre, desigualdad y miedo al futuro, el estudio alerta sobre la persistencia de la exclusión social y la fragilidad del bienestar común. España ha entrado en una espiral del miedo, en una etapa marcada por la inseguridad, la desconfianza y la fragmentación social. La exclusión, la desigualdad y la crisis de la vivienda está debilitando la esperanza colectiva. Esta es la principal conclusión del Informe.

La exclusión social implica una acumulación de barreras que impiden participar a una mayoría de personas en la vida económica, política, cultural y relacional. En nuestro país, la falta de empleo estable, el encarecimiento de la vivienda y un sistema educativo que no corrige las desigualdades son las principales causas de la exclusión, y la infancia y la juventud las grandes perdedoras del actual modelo.

El Informe señala que el mercado laboral se ha polarizado: Hay empleos muy cualificados y empleos muy precarios, con mucha temporalidad y bajos salarios que impiden sostener proyectos vitales. Actualmente trabajar no garantiza escapar de la pobreza y de la exclusión. Si a eso unimos la imposibilidad de obtener una vivienda, los desahucios de la última década -1,7 millones de personas han sido desahuciadas- podemos asegurar que la desigualdad y la exclusión andan instaladas en nuestra sociedad, sin que parezca importar demasiado.

Otro aspecto importante que señala el Informe hace referencia a la salud, que se ha convertido en un espejo de la desigualdad. La tardanza en las citas, la falta de pruebas diagnósticas o la dejadez en el tratamiento de depresiones y enfermedades mentales duplican la media entre quienes viven en exclusión severa.

Se hace necesaria una ética del cuidado mutuo, un renunciar al “sálvese quien pueda”, que hemos de cambiar por la reconstrucción de lo común, del “salvémonos juntos”, por un fortalecimiento de los derechos sociales, de la democracia, del trabajo humano como un trabajo decente que ayude a construir un proyecto de vida digno. Manos a la obra.