La cultura puede vencer a la pandemia

La cultura es a la vez alimento y emanación del espíritu, por lo que es imprescindible que no se paralice

La Covid-19 puede ganar la batalla a los cuerpos y afectar al estado anímico de los enfermos, de su entorno y, como se ha visto, del conjunto de la humanidad. Con los rebrotes, segunda ola o el eufemismo que se quiera, las esperanzas de derrotar la enfermedad se centran en alguna de las vacunas en cuya obtención se afanan hombres de ciencia y empresas multinacionales, fundiéndose las motivaciones puramente altruistas de unos con las puras ansias de lucro de otros. Pero junto a las sensaciones de desánimo y abatimiento, observamos personas que adoptan actitudes gallardas de enfrentamiento ante la enfermedad. Sucede a menudo en los colectivos de servicio a la sociedad, principalmente sanitarios, pero también son posicionamientos individuales en los que el espíritu logra imponerse a la tiranía de un virus casi invencible.

Como la cultura es a la vez alimento y emanación del espíritu, para que no quede sofocada y perdamos con ello el alma que nos singulariza entre los demás seres vivos, es imprescindible que no se paralice la vida cultural en sus distintas manifestaciones. En muchas ocasiones se ha expresado a través de las pantallas haciendo uso de las fórmulas que posibilita la tecnología digital. En otras, se ha manifestado en vivo y directo hasta donde la prudencia de las normas de prevención lo ha permitido.

Durante el verano que termina, el equipo de cultura del Ayuntamiento de Huelva ha realizado un ingente esfuerzo de adaptación e imaginación para que la cultura no pare. Y en lo más duro del confinamiento el Otoño Cultural Solidario -algo así como un hijo inesperado del Otoño Cultural Iberoamericano (OCIb)- dio visibilidad a la pintura, la escultura y la fotografía, a través de una subasta telemática. En verano también, una parte representativa de la mejor cultura de Huelva viajó virtualmente a la ciudad argentina de Villa Carlos Paz con artes plásticas, poesía, música… que conformaron, con los eventos de allá, un Encuentro Cultural Iberoamericano. Ya a las puertas de un nuevo otoño, el OCIb anuncia la programación de su edición trece, sin complejos ni supersticiones, con diez grandes exposiciones, seis conciertos, tres eventos literarios, un OCIb especial para los pequeños… Todo ello, con el Wofest recién terminado y muchas otras iniciativas, concreta la aspiración a que la cultura sea el mejor antídoto para combatir las consecuencias anímicas de la pandemia.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios