Tribuna

Manuel Camacho

La complicidad, el entierro y las velas

26 de noviembre 2015 - 01:00

GENERALMENTE se apela a los tecnicismos para explicar lo inexplicable, para que la gente se quede sin respuestas y, aunque luego llegue la reacción porque no has entendido nada, al menos ganas tiempo. Es el pan de cada día en el Recre. Leña al mono y cuando alguien sale a la palestra para decir que no es fácil que Comas se vaya porque sí, atiendes al que da la cara y es como estar incluso agradecido a que lo haga, lo que provoca que te contengas, al darte cuenta que no tienes delante al verdadero culpable de la situación. Aunque luego, hecho el análisis en la frialdad, te percatas de las contradicciones. Los consejeros dicen que siguen por la responsabilidad, que no pueden marcharse alegremente, que el Recre les necesita, que no son la voz del amo.

Y claro, luego está el pueblo, que no entiende de explicaciones técnicas. Los ciudadanos no entienden que no sean ellos los que cojan a Pablo Comas y le canten las cuarenta y le amenacen con dejarle solo. Desconozco el procedimiento legal que desemboque en el callejón sin salida. Pero lo cierto es que, como dice el refrán, "entre todos lo mataron y él solo se murió".

El Recreativo de Huelva no admite paños calientes. La única verdad, llegue o no el acuerdo con Hacienda, es que Comas no puede seguir ni un minuto más en el Decano. Ese es el único tecnicismo que entiende la gente.

Apuntan, además, que el dueño quiere vender pero que nadie hace oferta alguna. Y digo yo. No sería más saludable que se sentase a decir cuánto quiere y cómo lo quiere. Porque a lo mejor se conforma con un euro y somos inocentes de ese valor.

Como se esperaba por la situación, los jugadores han puesto la correspondiente denuncia ante la AFE, lo que provoca que si no paga no hay posibilidad de reforzar nada. Es decir, otro marrón que unir a la lista de desdichas. Hay quien dice que el milagro es que el Recre siga compitiendo en enero tal cual está el panorama. El calvo de la lotería hace tiempo que no se ve. Igual hay que ir a Fátima o hacer el Camino de Santiago o marcharse al Rocío a encender velas.

Sigue faltando seriedad para enfrentar el asunto y siguen sobrando tecnicismos para explicar las resoluciones si es que las hubiere. Ya no cuela nada. Es vivir o morir y algunos, esos que dan la cara por no sé qué, pueden tener vela en el entierro. Porque lo de Comas está claro desde que aterrizó aquí. Se ha reído de Huelva y lo grave es que algunos de aquí siguen compartiendo carcajada con él.

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