Entre túnicas

Maria del Carmen Córdoba Gómez

Por la causa

Disfrutando de esta extraordinaria espera hasta la Semana Mayor, donde los cofrades somos parte activa y protagonistas, se podría hacer un análisis de todos los cambios que han sufrido nuestras cofradías, y tal vez, sin ser la persona más adecuada para hablar sobre el tema, me llama la atención el mundo de los costaleros, que es riquísimo, que merece un estudio aparte, que se habla “largo y tendido” y se escriben ríos de tinta. Miles de vocablos relacionados con este llamado movimiento “costaleril”: capataz, contraguía, corriente, costero, chicotá, costal, faja, fijador, igualá, mudá, trasera, racheado, llamador, patero, zanco… y podríamos seguir con otros muchos, y sólo éste es capaz, a veces, de llenar tertulias, ponencias o actos. Como el pasado sábado, con el encuentro de costaleros que tuvo lugar en la Plaza Niña, congregando a un buen número de personas para ayudar a los más desfavorecidos, “por la causa”.

También llama la atención en este contexto, cuando se escuchan frases “somos los pies del Señor”, “los hombres de la Virgen”, “el martillo de Dios”, frases hechas, muy de moda, que en determinadas ocasiones no se entienden cuando se utilizan en un ensayo, o se hacen levantás dedicando a diestro y siniestro, con sacos arriba, sin ir los Titulares, y con una banda detrás, y todos por fuera jaleando. Es necesario un sentimiento sincero, como en los años setenta u ochenta. “Lo trascendental”, hay que llevarlo luego a la vida, no se puede quedar sólo debajo de un paso, como dice un sacerdote amigo.

Mucho se ha comentado también estos días atrás, sobre el cobro de cuotas o papeletas de sitio a los costaleros, unos a favor y otros en contra. Algunos argumentan que si salen debajo de los pasos en varias cofradías es imposible pagar cuotas, sin embargo, muchos pertenecemos a varias hermandades, y las abonamos, pues luego exigimos el mejor patrimonio, las mejores bambalinas, el mejor manto o techo de palio, el mejor dorado, los mejores guiones… ¿y esto cómo se puede mantener? Todos trabajamos por el mismo fin, nuestra hermandad, por la misma causa, y que duda cabe, que es también la caridad. Todos somos hijos de Dios, formamos parte de la cofradía. Y se debía mirar un poco por los nazarenos, que también somos parte activa, no debemos quedarnos en cortejos sólo formados por niños en sus filas, y para ello hay que prevenir el tiempo en la calle, los recorridos, los parones interminables, procesionar es caminar.

Y ahora vivamos este próximo Domingo, quinto de Cuaresma, día de pregón, preludio de lo que está por venir, que debemos ser partícipes como cofrades, donde se anuncia nuestra Semana Santa, y en muchos de nuestros pueblos tendremos a amigos que pregonarán la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, como D. Ignacio Molina Maqueda, en Lepe, que ya en el año 2015 diera el de nuestra ciudad, sin dejar indiferente a nadie supo llegar al corazón. Y en Valverde del Camino, Dª Pilar Vizcaíno Macías, anunciará su Semana Santa, mujer valiente y comprometida con la fe, que de forma altruista ha luchado por la justicia social, la igualdad y la libertad, durante toda su vida, y que es preciso recordar que no es posible vivir de verdad, si uno no está dispuesto a desvivirse por los demás, como lo ha hecho nuestra querida amiga, por la causa. Su pregón estará lleno de Amor y de esa Luz que nos guía en nuestro caminar. Y ahora nos llama “en voz alta” a disfrutar del tiempo esperado.

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