Sí, hemos cumplido. Hemos sido buenos. No hemos derrochado; claro, que Huelva es la tercera capital con menor renta per cápita de Andalucía y es mejor no tentar la suerte. Este año, hemos sido solidarios, altruistas, hasta el punto de alcanzar un récord histórico de síes a la hora de donar órganos para salvar la vida de los demás: el cien por cien de las familias onubenses han accedido a participar de este generoso acto cuando se le ha propuesto. Hemos hecho posible que la ilusión llegue esta noche al mayor número de casas, independientemente de su poder adquisitivo, de la mano de numerosas iniciativas cuyos impulsores sólo buscan una sonrisa esta medianoche. De forma anónima, hemos contribuido (unos más que otros) a mejorar el día a día de los enfermos, a través de la labor de miles y miles de voluntarios que ofrecen su tiempo a los demás. Hemos ayudado a pagar la factura de la luz o el agua de esas familias que pasan por dificultades y casi no pueden sentarse a la mesa, o lo peor, no tienen un techo bajo el que cobijarse. Hemos sido buenos.

Han sido días de mucha actividad y por eso esta carta llega un poco tarde, pero sé que aún estoy a tiempo para que la lean Sus Majestades (y aquí pongan lo que proceda). Desde ayer están por Huelva y habrán visto que cuesta mucho llegar hasta aquí. Por eso, no nos vendrían mal un poquito de ese oro, incienso y mirra que llevan siempre consigo para tener conexiones e infraestructuras (de todo tipo), pero ya que hemos esperado tanto tiempo, sí me atrevo a pedirles que no sean de juguete; prometemos cuidarlas; tráiganlas de verdad, es esencial para poder seguir siendo buenos y superar, por ejemplo, objetivos de comercialización, turismo, o para mantener la actividad en los sectores esenciales de nuestra economía como venimos haciendo.

Hemos sido buenos. De forma desinteresada, miles de trabajadores de la administración, del ámbito sanitario o educativo, han ido más allá de sus competencias y horarios para asumir una vocación y dar servicio a quienes necesitan más dedicación, a pesar de que desde arriba se empeñen en considerar a los usuarios como números...

Hemos sido buenos, de verdad, de forma anónima casi siempre, y por eso me permito el atrevimiento de pedirles un poquito de oro, incienso y mirra para quienes desde el día a día han contribuido a mejorar con hechos esta sociedad en la que vivimos, evitar el egoísmo, combatir la injusticia, formar a nuestros hijos, cuidar a los mayores, preservar nuestra riqueza natural, mantener el empleo o colaborar con quienes trabajan para reducir la exclusión de cientos de familias.

Hemos pagado nuestros impuestos, también de forma anónima casi siempre. Y aunque no se lo crean, hemos acudido hasta tres veces a las urnas y aún así seguimos sin un gobierno estable que nos permita seguir adelante. Como ven, hemos hecho los deberes.

Para todos, un poquito de oro, incienso y mirra. Para otros, no tan anónimos, mucho carbón…, aunque eso, mejor se lo dejo a ustedes. ¡Feliz noche de Reyes a todos!

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