Fue hace ya un par de semanas cuando una alijo de más de 1.500 kilos de cocaína conmocionó a la ciudad. La conclusión de la Guardia Civil esta misma semana es que las redes que distribuyen el hachís que entra por la costa han comenzado a operar con drogas mucho más lucrativas, pero detrás de las cuales también se esconde un entramado más peligroso. Cuanto mayor es el margen de beneficio más crece el recelo, el riesgo y la peligrosidad, con situaciones que quizá hasta ahora eran más comunes en otros territorios. El trabajo que realizan las fuerzas de seguridad es encomiable.

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