La esquina
José Aguilar
Yolanda no se va, se queda
ES el Señor de Huelva, porque así lo han querido proclamar sus hijos que viven en esta ciudad. Su título no está recogido en ningún acta, decreto o boletín, porque el mismo no procede de institución, ni autoridad civil, militar, o eclesiástica alguna, sino que le viene dado por los hombres y mujeres que ven en su divino rostro, la recreación del hijo de Dios.
Su título no ha sido el empeño de una junta de gobierno, ni de un cabildo general de hermanos para obtenerlo como tantos existentes, y que si bien dan una aparente distinción, por el contrario carecen de la virtualidad de entroncar con el espíritu de la comunidad cofrade. Ver como son conocidas nuestras hermandades: Esperanza, Victoria, Oración, Calvario, etc., etc.
Su título es la proclamación día a día, año a año, y siglo a siglo, de los que vivimos en esta bendita tierra, de que la imagen de Jesús Nazareno, es la más querida, admirada y venerada de la ciudad, y en consecuencia ostentación soberana al recibirla del pueblo.
Y Señor de la Madrugada por derecho propio, pues le vienen contemplando generación tras generación, hasta completar más de cuatro siglos, sin faltar a la cita a las cuatro de la madrugada, casi siempre en solitario acompañado de su Amadísima Madre María Santísima de la Amargura y San Juan Evangelista uno de sus más fieles discípulos, y cómo no, de sus devotos, que quisieran ayudarle a llevar la cruz, como lo hace Simón de Cirene, en el que muchos nos vemos representados en tan señalada madrugada.
Su recorrido consuetudinario por el barrio bajo de la ciudad, sin jactancia, sin molestar, sin alterar el recorrido de otras cofradías, simplemente porque no existían, y en los pocos años que se incorporaron, su hermandad tuvo que adaptarse a un nuevo recorrido para pasar por una zona determinada denominada Carrera Oficial.
Actualmente no existen otras cofradías en la madrugada, y me pregunto: ¿Por qué ese empecinamiento en que se obligue a la hermandad a realizar un recorrido que no satisface a sus hermanos, ni a la inmensa mayoría de onubenses? Qué mejor prueba de ello es que prefieren contemplar al Nazareno en cualquier punto de su recorrido con tal de que no sea la Carrera Oficial.
Señor, no obtengo respuesta porque intuyo que no existe o que resulta inconfesable.
En cualquier caso, en su caminar obligado por Carrera Oficial, o fuera de ella, ostentas y no se puede alterar sin el soberano consentimiento del pueblo de Huelva, el título de Señor de Huelva, y al día de la fecha por derecho propio de Señor de la Madrugada.
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