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Juan M. Marqués Perales
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VIVIMOS en unos tiempos en los que la información está al alcance de cualquier persona, a golpe de clic en nuestro ordenador. Podemos encontrar información sobre cualquier tema y la tendremos ante nuestros ojos en menos de un segundo y además, internet te ofrecerá sitios web alternativos para poder contrastar la información en caso de no convencerte lo que ves.
A pesar de encontrarnos en la era de la tecnología y la información, he advertido, tras una serie de experiencias personales y profesionales, que hay mucho desconocimiento por parte de la población respecto a algunos temas que forman parte, o pueden formar parte, de nuestro día a día.
-"¿Sedación? Pero… ¿eso no es como matar?"
En las últimas semanas han sido varias las personas de mi entorno que me han hecho esa pregunta.
Un familiar muy cercano ha fallecido recientemente a causa de un cáncer, que derivó en metástasis y finalmente le llevó a la muerte. En sus últimos días se le administró sedación paliativa de la cual fui partícipe, pues al ser enfermera era yo quien le administraba la medicación necesaria para que la sedación fuera efectiva en su totalidad, lo que se denomina "medicación de rescate". Una vez tuvo lugar el desenlace, apenas treinta y seis horas tras el inicio de la sedación, casi todas las personas que vinieron a mostrar sus condolencias me dijeron lo mismo: "Y ahora, ¿no tendrás sentimiento de culpa por haberlo sedado?".
Al ser bastantes las personas que me hicieron la misma pregunta, me hizo llegar a la conclusión de que la población desconoce el significado de sedación paliativa.
Según la Secpal (Sociedad Española de Cuidados Paliativos), la sedación paliativa en la agonía se define como la "disminución deliberada de la conciencia del enfermo terminal mediante la administración los fármacos apropiados con el objetivo de aliviar el sufrimiento que pueda tener lugar en los últimos días u horas de vida". Esto quiere decir que el objetivo primero de la sedación paliativa es disminuir los síntomas del enfermo terminal para que no sufra, es decir, calmar el dolor, entre otras cosas. En ningún momento la sedación paliativa acelera el proceso de muerte.
-"Pero… si el enfermo no come y no se le administra suero, realmente es como si lo estuvieran matando".
Pues bien, también me gustaría aclarar esta cuestión.
Lo que ocurre en el cuerpo de una persona que se halla en el proceso de morir, se denomina fallo multiorgánico. Esto significa que sus órganos están empezando a dejar de funcionar, por lo que ni los líquidos ni los nutrientes se distribuirán por el cuerpo de la forma en que lo haría un cuerpo sano. Este problema en la distribución podría dar lugar a serios problemas como el edema agudode pulmón (o "encharcamiento", como comúnmente se le conoce). Es por ello por lo que no se administra sueroterapia ni alimento, no porque se quiera dejar morir al enfermo.
Como éstas, hay miles de ideas erróneas que la población aún tiene, a pesar de que como ya he mencionado, estamos en la era de la tecnología y la información.
Con este artículo me gustaría animar al lector a informarse, a hacer buen uso de los recursos de los que disponemos, que son vastos, y también me gustaría recalcar la importancia de la Educación para la Salud que debemos llevar a cabo los profesionales sanitarios, para así hacer extensivo el conocimiento de temas que, como este, nos puede tocar de cerca a cualquiera de los que estén leyendo este artículo.
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