Pandemia y solidaridad

Hemos vivido escenas de solidaridad en este contexto de incertidumbre y preocupación

Detrás del dolor de muchos, detrás del miedo de todos, podemos encontrar hermosas escenas de solidaridad. Las protagonizan personas concretas, pero sobre todo la población en general, consciente de que la lucha contra la pandemia no era, como otras veces, un combate librado por un paciente desde la cama de un hospital, secundado por un equipo médico experto. Ahora se trataba -se trata aún- del ataque de un enemigo solapado con una inmensa capacidad de infiltración en el planeta globalizado, que aprovecha estructuras que eran consideradas como indicadores de progreso -hipermovilidad, aglomeraciones que nos crean la falsa impresión de ser coprotagonistas en los espectáculos de masas- para atacar nuestros flancos más débiles. Por ello habría que descartar los macroeventos musicales o deportivos, las "reuniones del pueblo", que esa es la etimología de la palabra "pandemia", propias de la era moderna, limitar al máximo los contactos masivos con gente descontrolada y sustituir las comunicaciones directas prescindibles por otras en vía telemática.

Hablaba de escenas de solidaridad en este contexto de incertidumbre y preocupación. Quiero referirme a dos concretas que ya son parte de la pequeña historia del Otoño Cultural Solidario. En el otoño de 2019 llegó a Huelva desde México, como otros años, una colección de pinturas enviadas por Somaap, la Sociedad Mexicana de Autores de Artes Plásticas. Su expresivo título, Muertos, vivos en la historia, revela a las claras el hilo conductor. La itinerancia prevista, desde la Sala de la Universidad de Huelva, quedó confinada en marzo en el Codac de Gibraleón. Enterados del contratiempo, doce de los autores presentes en la muestra mexicana decidieron que sus cuadros se incluyeran en la subasta solidaria, para que los fondos recaudados se donaran, a través de las ONG, junto a los de los artistas de acá, "sus hermanos de España".

Nos trasladamos ahora a un colectivo de profesionales, el del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Andalucía. Celebran a su patrón San Isidro el día 15 de mayo y cada año habilitan un presupuesto para un acto de hermandad. En pleno estado de alarma, en vez de aplazar la celebración habitual, han querido destinar la cantidad presupuestada para las distintas provincias, desde Almería hasta Huelva, a la subasta citada. El conjunto de excelentes fotografías y pinturas adquiridas ha premiado su generosidad.

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