Artículos

Manuel / Domínguez / Salcedo

Miércoles Santo: Judas traiciona a Jesús

04 de abril 2012 - 01:00

EL Miércoles Santo recordamos la triste historia de uno que fue Apóstol de Cristo: Judas. Así lo cuenta San Mateo en su Evangelio: Uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los Sumos Sacerdotes y les dijo: "¿Cuánto me dan si les entrego a Jesús?". Ellos quedaron en darle treinta monedas de plata. Y desde ese momento, andaba buscando una oportunidad para entregárselo.

¿Por qué recuerda la Iglesia este acontecimiento? Para que nos hagamos cargo de que todos podemos comportarnos como Judas. Para que pidamos al Señor que, de nuestra parte, no haya traiciones, ni alejamientos, ni abandonos. No solamente por las consecuencias negativas que esto podría traer a nuestras vidas personales, que ya sería mucho; sino porque podríamos arrastrar a otros, que necesitan la ayuda de nuestro buen ejemplo, de nuestro aliento, de nuestra amistad." ( Monseñor Javier Echevarría, prelado del Opus Dei).

No creo que sea necesario explicar por qué he querido recordar estas palabras en un artículo que debe ver la luz, D.m., un Miércoles Santo.

A los cofrades, a veces, muchas veces, más de cuatro veces, los árboles no nos dejan ver el bosque. Y es importante que sepamos sentirnos verdaderamente cristianos, antes que cofrades, porque esto es solamente una consecuencia especial de aquello.

Miren, yo no comparto eso, tan extendido o "socialmente aceptado" hoy día de que "se puede ser cofrade sin ser cristiano". No, amigo mío, de eso, nada. Usted será alguien que disfruta con la cultura, con el arte, con las sensaciones, con los sentidos, con su adscripción a un grupo humano, llamado en este caso "Hermandad o Cofradía"… Pero de eso, a ser un cofrade, media un abismo.

Por eso nos encontramos a diario con situaciones, con conflictos entre cofrades, que no se compadecen en absoluto con la doctrina cristiana, con las obligaciones que supone y que comporta el ser discípulo de Cristo.

Por eso, esta mañana de Miércoles Santo, antesala de algunos de los más bellos momentos que usted, amable lector onubense, puede vivir, quiero apartarme de forma consciente de todos aquellos lugares comunes que podría citar y que están en la mente de todos.

Y quiero hacer un llamamiento a la conciencia de cristiano de todos nosotros, los cofrades, pidiéndoles que no traicionemos con nuestros actos a esa doctrina recibida y que debe regir nuestras vidas: ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. Porque no hacerlo así, nos convierte a los ojos de todos en nuevos Judas de Cristo y de nuestros hermanos. Y motivo de escándalo ante quienes necesitan de nuestro ejemplo de cristianos de primera línea de fuego.

stats