Hoy, que se cumplen 233 años de la toma de la Bastilla, inicio de la Revolución Francesa, cuando oigo recomendar ciertas lecturas veraniegas, como si los libros sólo fueran para el estío, pienso cuan recomendables son las lecturas sobre hechos históricos narrados por autores e historiadores veraces, sin sectarismos ni partidismos interesados, con la objetividad que precisan los hechos incontestables. No soy de lecturas ocasionales, de best sellers y esos éxitos rutilantes de los premios tal o cual, que muchas veces son flor de un día y de cuyos autores alguna vez nunca más se supo. Prefiero a esos autores consolidados, clásicos de nuestro tiempo o volver a los antiguos cuyas relecturas resultan siempre estimulantes.

Recuerdo ese prólogo espléndido que Felipe Benítez Reyes dedicó al libro de Manuel Chaves Nogales, en la edición que yo tengo, Juan Belmonte, matador de toros, donde afirmaba que "Al torero Paco Madrid le gustaba contar que Belmonte, desde sus inicios, viajaba con la espuerta de los trastos de torear y con otra espuerta llena de libros, y nos lo retrata como un lector constante y absorto, hasta el punto de que , según él, lo primero que hizo cuando empezó a ganar dinero fue poner un cuarto de baño en su casa y comprarse una biblioteca". Sabido es que el llamado Pasmo de Triana tuvo siempre una estrecha relación con las grandes figuras literarias y artísticas de su tiempo que, como también expone, Benítez Reyes "siendo aún novillero, recibe en Madrid un homenaje que le organizan Valle Inclán, Romero de Torres, Julio Antonio, Sebastián Miranda y Pérez de Ayala".

He aquí una de esas lecturas imprescindibles porque Juan Belmonte, matador de toros es un libro fascinante de principio a fin, incluso para aquellos a los que no les gusta el arte de torear o lo desprecian como ocurre ahora. Estamos ante una narrativa brillante de descripciones asombrosas. Una biografía excepcional "que veo y leo como una novela", escribía Javier Marías. Sin duda una de las obras biográficas más importantes del siglo XX. Ésta y "A sangre y fuego", "impresionante testimonio de la guerra civil donde denuncia las atrocidades cometidas por ambos bandos con una lucidez sorprendentemente adelantada a su tiempo". son las joyas de una bibliografía breve por su prematura muerte, de una ejecutoria admirable como periodista y escritor. Cuando padecemos un revisionismo demencial e ignorante de iconoclastas de ideas trasnochadas y odios inexplicables que pretenden destruir la memoria, devastar la historia y enmendarla a su abstrusa manera, malintencionada y rencorosa, recomiendo la lectura de los grandes libros de Chaves Nogales. Su ecuanimidad resulta muy oportuna. Se entenderían los acontecimientos históricos como sucedieron.

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