No hay nada que más me guste que me regalen un libro. Mis familiares y amigos no tienen problemas a la hora de hacerme tan agradable presente. Tanto es así que entre los libros heredados, los adquiridos por mí desde la infancia y una precoz adolescencia en materia de lecturas, la crítica literaria que he ejercido en mis largos años de actividad periodística y radiofónica, lo cual me ha proporcionado un gran número de textos, he logrado acumular una gran cantidad de libros que, superando el espacio físico para guardarlos, me vi obligado a donar cientos de ejemplares a estimables y entrañables amigos e instituciones, como, lo pueden atestiguar los beneficiados, desprendiéndome de ellos como si me arrebataran parte de mi cuerpo pero con la honda satisfacción de que serán instrumentos que servirán y contribuirán a enriquecer su afición lectiva y el placer que proporcionan la lectura y el método de consulta ante la duda o el afán de aprender. Estamos en fechas en que el libro ocupa un especial protagonismo y me parece oportuno referirme a capítulo tan apasionante de la creación humana.

Pero también lo es, y a ello voy, la publicación de un libro del que es autor un escritor onubense que actualmente reside en Toledo. Se trata de Diego Fernández Sández, comediógrafo, autor de varias comedias que ha estrenado en Nueva York, Miami, Madrid. El día que me mandaba su primera comunicación estrenaba una de sus obras en el Instituto Francés de la capital de España. Me escribía evocándome como "periodista veterano de aquella Radio Popular que recuerdo con cariño de mi infancia". Me adjuntaba unos textos con la posibilidad de integrarlos en una nueva sección del periódico, que me parecieron interesantes pero que no se publicaron ya que no debieron parecer adecuados a la dirección de entonces por no adaptarse al contexto del periódico.

Han pasado unos años y Diego Fernández Sández vuelve a ponerse en contacto conmigo para comunicarme la publicación de una novela infantil en Ediciones Palabra, ya a la venta, aquí se vende en Librería Welba (perdonen la publicidad pero todo sea por fomentar la lectura), titulada Jenny Hill y el caso de los 3 diamantes. Coincido con el autor que es "una divertida novela de misterio protagonizada por la "detectivesca" inglesa Jenny Hill, quien al oír en la radio (la BBC, esa radio inglesa donde hablan unos señores que son los únicos que hablan bien inglés en Inglaterra) la noticia del robo de unos valiosos diamantes rojos", inicia su investigación. Fernández Sández que dice verse influido por humoristas tan geniales como Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura, con tan afortunado espíritu inspirador y un humor muy sugestivo, nos depara una novela amena, divertida, jugosa, narrada con agilidad y chispeante intriga, brindándonos un personaje cuya aventura será una auténtica delicia.

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