Cuatro décadas de vida de un diario ofrece, sin duda, como es el caso que nos ocupa, un recorrido por los mayores eventos sociales, económicos, políticos, deportivos… de Huelva, de la historia reciente de nuestra provincia.

Cuarenta años descifrando, explorando y reflejando a través de la palabra la extraordinaria transformación socioeconómica y física de nuestro territorio: la construcción de puentes emblemáticos, como el de Santa Eulalia y el puente a Punta Umbría, la finalización de la conexión por autovía Sevilla-Portugal, el nacimiento de nuestra Universidad, el crecimiento del sector turístico, industrial, minero… Vaya por delante, pues, mi más sincera enhorabuena a la gran familia de Huelva Información que irrumpió en nuestras vidas en el verano de 1983. Desde entonces se ha posicionado como líder indiscutible entre los medios impresos locales, lo cual demuestra además de su solidez empresarial, el gran esfuerzo y dosis de cariño por parte de sus profesionales y colaboradores habituales, que han convertido a este periódico en todo un obligado referente de nuestro acontecer cotidiano.

La pandemia de Covid-19, que recientemente sacudió al mundo, ha resaltado la necesidad de repensar la globalización económica y fortalecer los servicios públicos universales. La coordinación institucional y la participación ciudadana fueron cruciales para superar esta crisis sin precedentes.

Para el futuro de Huelva, debemos enfocarnos en lo local, en fortalecer los servicios públicos esenciales. El sector industrial en torno al hidrógeno verde, los biocombustibles, la economía circular son ya una realidad en esta provincia llamada a liderar el proceso de descarbonización. La energía, la industria, la minería encuentran en este territorio una oportunidad única para jugar un papel protagonista en la transición energética, además de sectores como el cárnico, conservero, hortofrutícola o turístico en los que hemos de continuar avanzando. La senda está marcada y los cimientos sólidos, para seguir impulsando la modernización de nuestra economía y abordar sin complejos los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Debemos, por tanto, continuar apostando por un desarrollo basado en la ciencia, la tecnología e innovación; y buena muestra de ese camino, lo simboliza hitos como el CEUS, un proyecto estrella que se rescató de la parálisis política y administrativa en la que languidecía desde 2011, y que el Gobierno de España asumió y retomó de forma definitiva a principios del 2021. Una infraestructura señera en el sur de Europa que permitirá el ensayo de aviones no tripulados y prototipos tanto civiles como militares de ámbito público y privado. Un sector en crecimiento cuya facturación reportará un abanico de posibilidades en la industria aeronáutica, a futuros investigadores en torno a la agricultura, geología, medio marino, etc. y cuya finalización es inminente.

Una gestión del agua eficiente y sostenible constituye todo un desafío

En esa misma línea de progreso, una gestión del agua eficiente y sostenible, que dé seguridad al sector agrícola, tan importante en nuestra provincia, constituye todo un desafío al que hemos de responder: el desdoble del Túnel de San Silvestre y otros proyectos hidrológicos que irán sucediéndose de forma paralela, son pasos en la dirección correcta. Sin su renovación, el trasvase de los 19,99 hm3 desde los ríos Tinto, Odiel y Piedras a la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir, sería inviable. Hoy y a pesar de la desconfianza por parte de ciertos sectores, la obra del desdoble (73 millones) declarada de Interés general, doblando su caudal actual de 10 hm3 a 20 hm3 ya es una realidad.

Creo sinceramente que aunque los retos pendientes son todavía ingentes y por ello, en igual manera apasionantes, el presente y el futuro de esta tierra es alentador; contamos, además de una pujante actividad industrial, alineada con la Agenda 2030, con un medio natural inigualable: un total de 21 espacios naturales, 120 kilómetros de costa, recogidos en la Estrategia de Protección del Litoral en la que se incluyen los proyectos ya aprobados y a punto de iniciarse de las playas de Matalascañas y La Antilla-Islantilla, con una inversión de más de 10,5 millones.

Otra joya medioambiental que hemos de destacar es el Parque Nacional de Doñana, que siempre ha sido y será una prioridad para nuestro Gobierno; de ahí la iniciativa dotada con 356 millones para recuperar el funcionamiento ecológico de este espacio emblemático y revertir la situación de degradación ambiental en la que se encuentra en la actualidad, procedente de la intensificación humana y los efectos del cambio climático.

En este contexto, hemos de felicitarnos por la nueva etapa abierta desde una posición de diálogo y consenso por el Gobierno de España y la Junta de Andalucía para preservar la viabilidad medioambiental del Parque, al mismo tiempo que el desarrollo socieconómico de la zona. La situación de periodos de sequías cada vez más pertinaces, las consecuencias del cambio climático requieren gestionar e impulsar la eficiencia de un bien tan preciado como es el agua nunca movidos por la crispación y el rédito cortoplacista.

Porque son muchos y heterogéneos los frentes en los que hemos de continuar avanzando y mejorando; La sanidad y educación públicas, la atención hacia los más vulnerables, mayores y dependientes deben ser prioridades. El reto demográfico, la cohesión territorial, es un desafío de país, pero también de nuestra provincia y exige una visión integradora a la hora de hacer frente a los posibles desequilibrios de nuestras áreas rurales. De ahí el esfuerzo del Estado por modernizar la línea Huelva-Zafra, en pleno proceso de obras que están suponiendo la renovación integral de la vía ferroviaria, con un presupuesto total de 160 M€. Una infraestructura largamente demandada y que da respuesta a la necesidad vertebradora de nuestro territorio. Proyectos como continuar con el desdoble de N-435 y la tan necesaria Línea de Alta Velocidad que unen Huelva-Sevilla-Madrid, entre otros, son objetivos irrenunciables…

Haremos posible, sin duda, un futuro mejor, pero desde la unión, la cooperación y el diálogo entre Administraciones públicas coordinadas, presididas por un espíritu de lealtad y reciprocidad, además del trabajo compartido de todo el tejido social y productivo. Atrás deben quedar la crispación, la confrontación y el ruido que a Huelva nada favorece. Concluyo parafraseando a Ferdinand Bac: “Ama las lontananzas; el horizonte tiene una fuerza prodigiosa; los hombres que viven de proximidades no respiran más que el polvo”.