Con la tristeza del año que estamos padeciendo, sin muchas celebraciones colombinas de carácter histórico, a causa de la permanente pandemia que sufrimos. Este año, para olvidar, hemos sido testigos de muchos insultos y gestos inapropiado, incluido derribos de monumentos a la figura eterna de almirante de mar oceana Cristobal Colón. Inaudito. Barrabasadas en manos de ignorante que conociendo la verdad de la Historia, pretenden no solo olvidarla sino destruirla. Para ellos nuestros desprecio y olvido. No merece la pena ni una letra para sus burradas y condicionamientos políticos en la sombras. Huelva, en este mes ha sabido honrar la figura de Colón, tan ligada para la eternidad con nuestra provincia onubense desde aquella fecha del tres de agosto de mil cuatrocientos noventa y dos en que el puerto de Palos, fue cuna y alfa de un Descubrimiento inmortal.

Gracias a la generosidad y preocupación del Puerto de Huelva, a los desvelos de su presidenta Pilar Miranda y de todo su equipo, la segunda restauración del monumento, en la Punta de Sebo, ha sido un total acierto que embellece a la ciudad y prestigia la línea de actuación de nuestro puerto en flamante y progresiva importancia. Nuestro 12 de octubre, silenciosamente pandémico, en actos tan entrañables como la celebración del Día de la Hispanidad y el tradicional homenaje a la Virgen del Pilar por la Guardia Civil, a los que siempre estuvimos entroncados, como a los centenarios de la Real Sociedad Colombina Onubense, han quedado mudos, pero no ausente de un gran recuerdo y homenaje. La celebración ante el monumento del pasado día dos ha sido el mejor homenaje de Huelva y su provincia a la figura y fe descubridora de un hombre que supo ensanchar el mundo conocido aquel siglo XV. Una presencia donde la presidenta del Puerro y el alcalde de Huelva, acompañaron con sus palabras a la consejera de patrimonio de la Junta de Andalucía, refrendaron la gran obra hecha a la permanente estancia del Monumento a Colon en un lugar tan característico de nuestra capital en la confluencia de nuestros ríos Tinto y Odiel. Durante muchos años tuve el honor de ser conservador del monumento con la ayuda y patrocinio de la Diputación Provincial bajo la presidencia de Zorrero Bolaños, que realizó su primera y gran restauración, dejando constancia de todo ello en mi libro El Monumento a Colón en Huelva, editado por Cámara Oficial de Comercio. Hoy, en este año del 91 Aniversario, al acercarnos al centenario de la construcción de monumento de la Escultora Whitney, otro libro muy documentado de nuestro querido amigo Eduardo J. Sugrañes, se une a estos homenajes, hechos en privado por las actuales circunstancias, para ensalzar la gigantesca hazaña colombina de los marineros onubenses. Todo ello es nuestra corona de laurel dedicada a una fecha netamente onubense porque nunca hubiera habido un 12 de octubre glorioso sin, un 3 de agosto, tan nuestro. Ver ahora la colosal estatua colombina, nos anima a seguir trabajando en pro de nuestra historia marinera.