'Dibujos de Huelva, citas y pensamientos', de Bacedoni

NO resulta fácil hablar o escribir de un amigo que lo es de verdad si uno trata de huir del meloso halago o el retrato amablemente retocado para favorecerlo. Y sucede que Pepe es, justamente, y porque él se lo merece, nuestro amigo. Nos honramos, además, de ello. Mas en esta breve presentación pretendemos ofrecer apenas unas sencillas pinceladas de su persona y, más concretamente, de su faceta como escritor.

Conocimos a Pepe en un lugar bastante especial, la Sala-bar 1900 de Huelva, que, como todo artista o persona de cultura de nuestra ciudad sabe, es el lugar tradicional donde se recita la mejor poesía onubense en vivo; al menos, la más reciente, la última que va inspirando a los artistas locales o de la provincia. Lo encontramos allí en el año 2000, cuando acabábamos de llegar a Huelva e íbamos buscando sitios donde pensábamos que hallaríamos a viejos amigos.

Sin embargo, ¡lo que son las cosas!, encontramos a muy pocas amistades de otros tiempos, mientras que, para nuestra sorpresa, en aquel ambiente familiar y propicio para la charla en que se había transformado con los años el local, tuvimos la suerte de consolidar otras nuevas y muy buenas relaciones.

Mas ¿por qué Pepe Bacedoni se convirtió para nosotros en el amigo más cercano y querido de todos, y el de mayor confianza? No porque fuera buena persona, como todo el mundo decía (que lo es), ni porque fuera tan educado y amable en el trato, como también aseguraba la mayoría de la gente que se relacionaba con él (porque también lo es); nosotros lo tuvimos y tenemos por tan buen amigo, porque nos dimos cuenta de que Pepe es, además de educado, amable en el trato y buena persona, un individuo sensible, sincero y, sobre todo, decente. Y es que siempre hemos procurado tener por amigos a esta clase de gente tan especial, al tiempo que tan rara hoy día, y de la que ya casi no queda; es decir, esta clase de personas honradas y dignas, cultas, pero prudentes, y de igual modo, ¡cómo no!, realistas, trabajadoras y sencillas…; y así es Pepe.

¡Claro está que, no por ello nos hemos olvidado de que este amigo nuestro es todo un personaje! Pero no queremos abundar demasiado en su larga trayectoria como dibujante o diseñador, por no convertir este prólogo, como dijimos, en una especie de florido panegírico. Mejor, quien quiera saber de su arte con el lápiz y la plumilla, que consulte la breve biografía que a continuación se brinda al lector. Por nuestra parte, empero, no vamos a dejar de referirnos a su faceta como escritor, que es parte importante de la presente obra.

Ya hemos comentado que conocimos al autor en la Sala-bar 1900. Allí, por supuesto, nos reuníamos para escuchar los recitales poéticos de los jueves, que habitualmente se ofrecen dentro de una programación denominada Las Noches del 1900. Pues bien, que recordemos, la primera publicación que se hizo de unas 'citas y pensamientos' del autor data del año 2003. Fue a raíz de que llegara a nuestro conocimiento esta faceta artística del señor Bacedoni, cuando lo animamos para que recitase sus escritos en la sala-bar; cosa que hizo, y esto sí que lo sabemos bien, en 2005. Conservamos el cuadernillo que editó el 1900 entonces, con el texto del recital. En éste, nosotros mismos hacíamos el siguiente comentario de lo acontecido:

"Estas citas y pensamientos de nuestro amigo entrañable José Bacedoni, se presentaron al público el 28 de abril del año 2005, día de San Pedro Chanel. Compañero habitual de nuestra tertulia literaria, esta noche de luna llena le tocó a él ser protagonista y deleitarnos a los demás con sus propias ideas y sentimientos. Le acompañaron en la tarima, recitando, otros amigos; de esos que suelen compartir con él charla amena cada jueves. El resto, escuchó en silencio las palabras directas y sencillas, pero profundas en contenido, que fueron dichas ante el micrófono. Unas palabras cálidas, exactas…".

Ideas y sentimientos mediante palabras directas y sencillas, pero profundas en contenido. No sabríamos resumir mejor, a estas alturas, lo que son las 'citas y pensamientos' de José Bacedoni. Deberíamos añadir, eso sí, que, a pesar de que no se trate de poesía en sentido lato, aquel día de abril de 2005 el público escuchó con mucho respeto y, luego, aplaudió con ganas. Y tal circunstancia, pensamos, no se debió a que sus frases sonaran como poemas, sino a que hubo una clara correspondencia entre lo sentido y lo declamado, o sea, a que se dio una identidad casi perfecta entre la palabra expresada y el alma de la persona.

O, por decirlo de forma simple: las citas y pensamientos de José Bacedoni fueron el fiel reflejo de su persona, de su alma. Es esto lo que sedujo al público del '1900' aquel día. Y, ahora, cuando ya no nos visita en la sala-bar desde hace algunos años, pues, lleva una vida más sosegada, eso mismo es lo que creemos que seduce en este libro.

Hay muchos hombres que no son consecuentes con lo que escriben. José Bacedoni, hombre de cultura que, debido a su especial sensibilidad e incuestionable fe, se define como cristiano y humanista, es del todo consecuente con las citas y pensamientos que publica. Es él quien aparece y se muestra en cada palabra contenida en sus textos. Es él el mejor ejemplo de lo que dice y proclama, o aconseja. Pepe, mi amigo, está enteramente en los escritos que leo de don José Bacedoni. Y por eso, aunque sólo fuera por eso, merece la pena este libro. Pues, querido lector, hallarás en él, además de preciosos dibujos, muy sabias reflexiones y a la persona que te las ofrece; o sea, al Pepe que nosotros admiramos y que tú, oh, lector, sólo para tu provecho vas a descubrir.