La otra orilla

Deseos de año nuevo

Conviene ponerse a trabajar para que este 2017 sea un año mejor para los que más sufren

Q style="text-transform:uppercase">UE acabe el paro y haiga trabajo, escuela gratis, medicina y hospital, pan y alegría nunca nos falten, que vuelvan pronto los emigrantes, que haya cultura y prosperidad". Con estos versos reivindicaba Carlos Cano, en 1977, el derecho a unas mejores condiciones de vida para los andaluces. Han pasado cuarenta años y si uno tuviera que pedir un deseo, aparte de salud para la familia, seguramente suscribiría lo escrito por el granadino. Muchos han sido los recortes que los más débiles han ido sufriendo, recortes que han traído peores condiciones laborales, salarios de risa, desahucios, emigración de la juventud mejor preparada de la historia de nuestro país, deterioro de la sanidad y la educación pública, una cultura para ricos y muy poquita, casi ninguna prosperidad... Si a eso añadimos que no han dejado de salir casos de corrupción, que los poderosos siguen incrementando sus índices de beneficio, que la guerra está instalada en nuestro mundo, que el terrorismo sigue matando, que los más empobrecidos del planeta siguen muriendo en las aguas del Estrecho o en campos de refugiados, no podemos decir que hayamos avanzado mucho desde 1977 hasta ahora.

Conviene pues ponerse a trabajar para que este 2017 que recién comienza sea un año mejor para los que más sufren. Para ello es imprescindible que las condiciones laborales sean unas condiciones dignas, que los salarios sean unos salarios que permitan desarrollar un proyecto de vida pleno, que la sanidad y la educación pública cuente con la suficiente dotación presupuestaria para desarrollar la labor que corresponde a un Estado de bienestar como Dios manda, que la vivienda por ley sea considerada un bien público con una función social para que nadie sea desahuciado de su casa, que el agua y la luz no sean gestionadas desde la perspectiva privada de los beneficios económicos, que la cultura no sea un producto de lujo, que los corruptos sean encarcelados y condenados firmemente, que los poderosos dejen de ganar a costa del sudor del de enfrente, que Europa sea una tierra abierta al que llega huyendo de la pobreza y de la violencia, que matar no salga tan barato...

Ya sé que pido mucho y lo más seguro es que el año que viene salga otro artículo parecido a éste y con iguales deseos, pero si no lo logramos este 2017 habrá que seguir forzando estos deseos para que puedan ser más pronto que tarde. Manos a la obra.

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