Alto y claro
José Antonio Carrizosa
¿Merece la pena?
ESTAMOS acostumbrados a observar en nuestros municipios dos tipos de bares, los que montan por iniciativa privada los particulares, de acceso libre, y los casinos de socios, también llamados círculos, mercantiles, sociedades o centrales, reservados sólo a los asociados. Estos últimos a la dispensa de bebidas y tapas de todas clases añaden las actividades culturales desarrolladas en una parte de sus amplios locales. Sus edificios sobresalen del resto del caserío proyectando una imagen de esplendor y poderío, siendo indicadores perfectos para retratar el grado de cohesión y participación que existe en una población, pues en muchas ocasiones casi todo el pueblo forma parte de ellos.
En un municipio tan emblemático de la provincia como Jabugo el Casino Central es el verdadero faro que guía desde la plaza, hoy del Jamón y ayer de La Libertad, los pasos de muchas personas que a diario se encaminan a tomar su cafelito o cerveza, echar su partidita de dominó o billar, ver televisión o conversar con otros contertulios. Yo mismo recuerdo que pasé allí en aquel centro del saber muy buenos ratos recibiendo enseñanza de aquellos doctores, algunos tristemente desaparecidos como Mota el boticario, José el cochero, El Sopita, El Cano, Manolo canana, Jacinto el de las quinielas, Paco el maestro, Moisés Páez, Marcelino el lotero, Antonio García, Alejandro el panadero, Ezequiel el taxista, Anselmo Leal, Eligio, Manolito el huevo o Sotero, por citar sólo a algunos.
Las numerosas juntas directivas en la historia del Central le han impreso un sello particular, la actual está formada por Paco Pérez Jara, José Sánchez López, Cesáreo Hernández Monjo, Paco García Ortega, Cristóbal González Brioso, Ricardo Vázquez Albertino, Francisco Fernández Pereira, Mamadou Niabaly y Rafael García Sánchez. Por tan ilustre institución han pasado más de una veintena de presidentes, como Emilio Sánchez Fernández, Rafael Sánchez Camacho, Miguel García, Severiano Sánchez, Miguel Muñoz, Rafael Romero Jara, Pastor Sánchez, Francisco Sánchez, José Pérez, Luis Moniz, Eligio Camacho, Jorge García, Francisco García Ortega, Antonio Jara, José A. Páez, José Vázquez, Luis Sánchez Rosario, Salvador Rodríguez , Manuel Pérez, José González, José Virgilio Sánchez, Manuel Carvajal o José Sánchez.
Elemento fundamental de la vertebración del casino siempre han sido los conserjes, por allí han pasado algunos personajes tan entrañables y peculiares como Manuel Mejugo, los hermanos Tavira, Germán Romero, El Carbonero, José el de Galaroza, Rafael Ramos, El Pionono, Custodio Ávila, Manuel Vázquez, Luis Hidalgo, Manuel Pereira, Carmelo Martín, El Ruso, Ángel Miguel Santos o Alexandra Caracas. Todos dejaron su impronta fomentando la armónica convivencia con todos los asociados y transeúntes.
Durante II República, en torno a los años 30 del siglo pasado, fue Jabugo un modelo de organización social como lo demuestra el hecho de haber coexistido cuatro casinos de sociedad, el Central propiamente dicho, La Unión, situado en la casa de Manolo Tavira, hoy tienda de Miguel, el Círculo X que se fusionó con el Central y el Casino Obrero.
Según nos cuentan los actuales dirigentes de la Sociedad Cultural Recreativa Casino Central fue a principios del siglo XX, cuando se estaba llevando a cabo la transformación industrial, cuando un grupo de oligarcas se unieron para comprar un grupo de casas en La Plaza donde construyeron el edificio del Casino Central. No será hasta el 6 de julio de 1933 cuando se constituye la sociedad tras la aprobación del reglamento del 17 de abril.
En una sociedad clasista como era la jabugueña las normas eran estrictas y la entrada sólo limitadas a ciertas familias e individuos de prestigio. Fueron 19 los socios fundadores aglutinados en torno a la familia Sánchez Camacho a la que se le añadieron personas significativas como Luis y Eusebio Márquez Romero o Antonio Canela Parada.
Los tiempos han ido cambiando y nuestro casino a la par de ellos se ha democratizado. Pero si por algo se caracteriza es por desarrollar anualmente un completo programa cultural que complementa el que llevan a cabo otras instituciones jabugueñas. Se organizan concursos de fotografías como Jabugo en fotos y conferencia entre las que destacamos Las setas de la Sierra de Manolo Campos, El traje de serrana de María José Cortil o De un pueblo de contrabandistas a un pueblo industrial de Félix Sancha Soria. También es un buen foro para la presentación de libros como el de Jesús Copeiro El Exilio republicano en nuestros pueblos.
Las actividades recreativas y musicales son otro de los núcleos duros, especialmente los bailes de fin de año, los conciertos como el último del cuarteto de flauta Syrinx o los campeonatos de ajedrez, dominó o billar.
Tampoco podemos olvidar la vertiente social y solidaria, verdadero emblema que supone una implicación en el mundo de los más necesitados, a destacar la comisión creada por el Casino Central, Armario Solidario y Jabugo Jóven para impedir el desahucio de una familia jabugueña o la recogida de ropa y alimentos para las 11 familias más necesitadas de la población.
En resumen, El Central es uno de los corazones que bombea sangre al cuerpo del municipio, habiéndose convertido en una seña de identidad y un referente de las actividades del patrimonio cultural de la comarca serrana. Hoy es un centro moderno, pero que sigue conservando antiguas tradiciones, como cerrar una de las dos hojas de sus puertas cuando muere un socio. Sus ochenta años de vida le acreditan como una de las instituciones más longevas y más efectivas para fomentar la convivencia y sociabilidad de una población que lleva la excelencia en su mismo nombre.
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