Las dos orillas
José Joaquín León
Sumar tiene una gran culpa
GENIO y figura... Siempre me pareció una frase construida para él, Manuel Rodríguez Hernández, El Botica, a su medida. Y he de decir que, afortunadamente, durante mucho tiempo la frase no me resultaba inconclusa, con genio y figura me bastaba.
Si se me permite cierto ejercicio privado, casi impúdico, les digo que su familia y la mía siempre estuvieron cercanas. Vine a nacer en la tienda de calzados que, por entonces, atendía mi padre junto a la farmacia que atendía el suyo.
El azar y la vocación hizo que ambos acabáramos "encadenados a la tiza". Luego irrumpió el Carnaval. Lo cierto es que yo supe que me gustaba el Carnaval cuando comencé a disfrutar de las cosas que, cada febrero, nos regalaba El Botica a los ayamontinos.
Manuel Rodríguez Hernández, El Botica, ha sido un personaje tan consustancial que Carnaval y Botica llegan a ser casi una misma cosa. 16 agrupaciones en las que ha intervenido como autor único y componente, 28 agrupaciones en las que ha colaborado como autor… Creatividad, capacidad de trabajo e ingenio. Carnaval en estado puro.
Unos años rivalizamos en chirigotas. Manolo, como autor entonces de la chirigota de mi gran amigo Juan Pija, nos daba sucesivos revolcones, relegándonos siempre al segundo premio del concurso ayamontino. Eran chirigotas de enorme nivel. Aquellos repertorios tenían tal calidad que no había más remedio que aceptar y asumir la derrota.
El pasado 15 de enero, en el teatro Cardenio de Ayamonte, con motivo del I Memorial Manuel Rodríguez Hernández, una marea de aficionados locales hicieron visible hasta qué punto pueden soslayarse discrepancias cuando se trata de dar un homenaje a un personaje de la relevancia y el valor de Manolo El Botica. Él (proyectado en el fondo en, tal vez, su última foto) contemplaba sereno y con gesto complaciente cuanto allí sucedía. Recordé entonces su estribillo en Vaga-mundos: "Yo, to lo sé, to lo veo, de to me entero, de to me río…Mi mascota y mi mochila son los mejore-amigos míos".
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