La otra orilla

Javier rodríguez

A la Asamblea de Navantia

Compañeras y compañeros de Navantia: no podemos ceder al chantaje de un estado criminal que ha masacrado a más de 10.000 civiles en Yemen en tres años, abocado a la miseria a 19 millones de habitantes de este país y obligado a huir a dos millones de yemeníes. No podemos mirar a otro lado ante esta situación. No podemos venderles armas a estos criminales.

Yo, realmente, no vendería armas a nadie. Una bomba sólo sirve para matar. Un fusil sólo sirve para matar. Una mina antipersonas sólo sirve para matar. Y así sucesivamente. No creo que debamos colaborar en asesinatos. Y antes que vender algo que no se va a usar, qué queréis que os diga, mejor que nos compren pizarras para colegios, material sanitario o maquinaria para hacer carreteras, que lo mismo son útiles en un país que ha quedado destrozado por la guerra.

Compañeros y compañeras de Navantia. Caminaré de la mano con vosotros cada vez que exijáis que la empresa para que la que trabajáis cumpla con vuestros derechos: que no se reduzca ni un euro vuestro salario, que no os quiten ni un día de vacaciones, que no haya ni un despido improcedente, que no haya subterfugios en vuestros contratos que abran las puertas a la precariedad… Es más, caminaré de la mano con vosotros cada vez que se intente empeorar las condiciones de los trabajadores vía reforma laboral y caminaré de la mano con vosotros todas aquellas veces en que seamos capaces de unirnos para exigir más igualdad salarial, un mejor sistema de protección social o cualquier otro avance que redunde en vuestra calidad de vida y la de toda la clase obrera de este país.

Pero la solidaridad con vuestra causa no puede pasar por encima de la solidaridad con los pueblos que sufren la guerra en cualquier parte del mundo. Ese no puede ser nunca el precio de vuestra estabilidad laboral y eso se lo debemos exigir, juntos, a vuestra patronal. Queremos trabajo, pero no queremos que nuestro trabajo se sustente en la industria militar. No queremos que con nuestro trabajo se mate a nadie.

Señora ministra de Hacienda, señor ministro de Asuntos Exteriores, jefe de Estado… busquen carga de trabajo para Navantia en la industria civil. Remuevan todo lo que tengan que remover para que los cientos de trabajos que garantiza un Gobierno criminal como el de Arabia Saudí se cubran con contratos que respeten los Derechos Humanos. No podemos venderles armas a estos criminales. Y punto.

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