Análisis

fernando faces Santelmo Business School

Las ilusiones monetarias del Gobierno

En el primer trimestre de 2022 la Agencia Tributaria ha recaudado 54.749 millones de euros, un 20,2% más que en el mismo trimestre del año anterior. La inflación es la principal causa del aumento de los ingresos tributarios del IVA y de otros. La inflación es el impuesto silencioso de los ciudadanos: erosiona su poder adquisitivo y aumenta su presión fiscal. Especialmente cuando el sistema es progresivo y el gobierno se niega a deflactar la escala impositiva, como está ocurriendo en España. El Partido Popular reclama al Gobierno que el incremento de la recaudación imputable a la inflación se transfiera a los ciudadanos vía reducción de impuestos. Una alternativa es deflactar la escala impositiva. El Gobierno se niega a ambas alternativas. No obstante, a lo que no se debe de negar es a destinar este incremento a la reducción del déficit y la deuda pública. En los presupuestos para 2022 se prevé un incremento de la deuda bruta de 100.000 millones de euros, y de la deuda neta de 75.000 millones. A finales del 2021 la deuda pública se ha elevado hasta el 119,5% del PIB, sin que hasta la fecha disponga el Gobierno de un plan de consolidación fiscal a medio plazo que detalle las medidas a adoptar, como solicita la Airef . En los próximos meses el Banco Central Europeo irá reduciendo sus compras de deuda pública, y antes de final de año aprobará la primera subida de tipos de interés. En este escenario de endurecimiento de las condiciones financieras, la prima de riesgo y la carga financiera de la deuda pública aumentarán. Desde enero a mayo el tipo de interés de la deuda pública española a 10 años se ha multiplicado por cuatro, desde el 0,5% hasta el actual 2%. En los próximos meses continuará subiendo. La sostenibilidad de la deuda viene medida por el coeficiente deuda pública sobre el PIB. Mejorarla implica que o se reduce la deuda o aumenta el PIB, ambas alternativas improbables a corto plazo.

Las señales de alerta están encendidas. La previsible prolongación de la Guerra de Ucrania, los nuevos confinamientos en China, la continuación de las sanciones económicas y el riesgo de embargo del gas y petróleo de Rusia están desacelerando la economía europea y debilitando la sostenibilidad de la deuda. El PIB de Estados Unidos ha caído el 1,4% trimestral. El crecimiento de China se está hundiendo como consecuencia de los confinamientos en Shangai y el riesgo de que se extienda a Pekín. Europa está siendo la más afectada. En el último trimestre el PIB de Alemania se ha reducido hasta el 0,2%, Francia se ha estancado, Italia ha tenido un crecimiento negativo del -0,2% y España ha reducido su crecimiento trimestral al 0,3%. Las perspectivas para los próximos trimestres es que la desaceleración continúe, si la guerra se recrudece o aparecen nuevas variantes. La ruptura de las cadenas de suministro se agrava tras los confinamientos de China y la presión sobre el precio de las materias primas y la energía continúa. Si la guerra y la pandemia se prolongan los efectos de segunda ronda provocarán una espiral-salarios y el escenario de estancamiento e inflación (estanflación) estará más cerca .

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