Juanma G. Anes

No le enseñen la lección

La Platea

04 de junio 2019 - 01:33

Uno lleva casi cuatro décadas pegado al Recre y créanme que no encuentro una época (ni en Primera, ni en el germen de otros ascensos, ni en las previas de duelos contra equipos grandes o partidos históricos) en la que la gente haya estado más volcada con el equipo que en esta última etapa. Lo del domingo ante el Fuenlabrada (una señora escuadra con un ascenso más que merecido) fue espectacular. Aquí se ha visto al Municipal y al Nuevo Colombino meterse en el partido, animar lo normal, mucho y bastante; aquí el Frente Onuba primero y la Grada de Animación después han sido siempre espléndidos con sus cánticos, coros y palmas pero, hasta este enfrentamiento, nunca se había logrado una comunión similar de los 21.500 albiazules ofreciendo, además, ciertos momentos -los previos a la salida del equipo y el final del duelo- de esos que recargan las pilas para mucho tiempo. Imágenes inolvidables, sin duda. Y con todo en contra, lo que tiene mucho más mérito. Sólo con pensar cómo estuvimos hace bien poco y lo que se ha vivido estos días…

Son muchos (de fuera y de aquí, que no hay peor avinagrado que un avinagrado local) los que no paran de bramar, con su típica cara de asquito, la frase "Sí, muy buen ambiente, muchas miles de personas, muy bonito el mosaico… ¡Pero el que ha ascendido es el otro equipo con mucha menos afición!". Claro que sí, criaturita. Les explico: estos son los primeros que si Huelva no se hubiera volcado y no hubiera llenado el estadio hasta la bandera, pese al manotazo del 3-0 de la ida, habrían dedicado cientos de minutos y de palabras a criticar: "¿Veis? El estadio sólo se llena y la gente sólo anima cuando todo va sobre ruedas". Y a estos acomplejaditos, porque no dejan de ser seres muy acomplejados, hay que explicarle que la afición no mete goles ni gana partidos, no, pero que ayuda bastante a ello (pregúntenle a los del césped) y que, entre otras cosas, aquí esos miles de locos han servido para salvarle la vida al club de fútbol más antiguo de España. Una nimiedad, vaya. Así que lecciones a la grada, poquitas.

Este equipo se ganó por derecho una segunda oportunidad y Huelva le va a volver a empujar todo lo que pueda. Y si se vuelve a caer -esperemos que se hayan acabado las pájaras- ya saben lo que volverá a pasar… le moleste a quien le moleste.

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