Análisis

pedro cintado

La Virgen de la Cinta nos llama

La Patrona toca la sensibilidad de todos y se convierte sin discusión en la Reina de Huelva

Me ha sorprendido gratamente comprobar que tanto la apertura del Año Jubilar en el Santuario de la Cinta, como las 24 horas de adoración al Santísimo, que en Cuaresma se promueve en cada diócesis, a instancias del papa Francisco, han sido todo un éxito. Uno, que ha participado en esta ocasión y también en las anteriormente organizadas, tanto en Las Agustinas como en la Catedral, puede testificar que en la celebrada hace unos días, la afluencia de fieles ha superado todas las expectativas y no me cabe la menor duda que se debe al buen y continuado trabajo de la junta gestora organizadora y al cariño que tenemos los onubenses a la Virgen Chiquita. El número de fieles agrupados por asociaciones, parroquias, hermandades y cofradías se han multiplicado en esta ocasión para adorar a Jesús Sacramentado, porque insisto, todo lo que se organice con la celestial mediación de la Virgen de la Cinta, nos une sin fisuras, a todos. La Virgen de la Cinta toca la sensibilidad y el corazón de todos los choqueros y la convierten, sin discusión, en la verdadera Reina de Huelva.

Ahora comienza en el santuario de nuestra Patrona todo un Año Jubilar, un año de gracia que nos permite iniciar una renovación interior, un año de perdón y de reconciliación entre los adversarios, de penitencia sacramental. El Jubileo solo se concede en circunstancias muy especiales, como los celebrados en otros lugares como en la ermita de El Rocío (2012-2013), la basílica de la Macarena (2013-2014) y próximamente en la capilla de los Marineros de la Esperanza de Triana (2018).

Ha llegado el momento idóneo para que los cofrades onubenses demos un paso más y nuestro amor a la Santísima Virgen llegue más allá que una alusión a la protectora de las hermandades en un pregón, la reproducción de su imagen entre la calle de la candelería, en la capilla del canasto del paso, en un gloria de palio, respiradero, corona, llamador… O incluso que el Consejo de Hermandades use continuamente sus instalaciones, a falta de una sede apropiada para sus actividades.

El primer paso dado en la pasada adoración al Santísimo ha sido muy motivador y dice mucho de la grandeza y el cariño que los cofrades de Huelva tenemos hacia la Reina del Conquero.

Hace 25 años, antes de su coronación, la Virgen de la Cinta peregrinó por todos los barrios de la ciudad permaneciendo en todas sus parroquias. Vino a nosotros, se nos presentó a las puertas de nuestra casa, visitó a los impedidos, a los enfermos, a los presos. ¡Dios te salve, luna llena!

Ahora ha llegado el momento adecuado para agradecer a la Virgen tantos favores y de camino, ganar las indulgencias que nos ofrece este año jubilar. Es el momento de volcarnos con nuestra patrona, de devolver con intereses la visita que generosamente nos hizo anteriormente. Parroquias, asociaciones, hermandades, cofradías, colegios… debemos estar a la altura de la concesión de este Año Jubilar, como ya lo han realizado en otras ciudades. Es el momento de demostrar el amor que verdaderamente le tenemos a la Patrona de Huelva y que cada hermandad demuestre con su peregrinación que verdaderamente es la protectora de las hermandades. Todavía recuerdo con nostalgia y orgullo la salida de la Virgen de la Cinta desde la capilla de la Hermandad del Rocío de Huelva, camino de su ansiada coronación. Porque si hay algo que se tenga claro, es que la Virgen de la Cinta nos une a todos los cofrades y nos llama a todos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios