Salvar al soldado Ryan

Tom Hanks interpreta al capitán John Miller. La barcaza que debe dejarlo a él y a su patrulla en la playa de Normandía está llena de soldados y de ansiedad. El capitán recuerda la teoría, todo lo aprendido en la instrucción: "Avancen rápido evitando los embudos de mortero; entre uno y otro quiero ver mucha playa; cada uno a lo suyo y con decisión... Nos veremos en la playa". En un segundo todo se va a la mierda. Las balas de las ametralladoras alemanas les alcanzan incluso antes de que huelan tierra. Los soldados saltan por los lados tratando de huir de esa trampa mortal en la que se ha convertido la barcaza que no ha abierto la compuerta. El silencio de los que se sumergen, el zumbido de los proyectiles, ¡zium! ¡zium! El choque metálico de estos, ¡ding! ¡ding! Las balas matan incluso bajo el agua. "Sólo falta el olor a sangre", comentaría durante el estreno uno de los veteranos de aquel desembarco. El plan se ha ido al carajo. Sálvese quien pueda.

Finalmente pisan la arena de Omaha, y poco a poco, perdiendo a muchos soldados, consiguen formar una cabeza de playa. Un sucedáneo de aquello que entrenaron apareció entre el caos y el miedo. Destilaron las instrucciones, las desnudaron para dejarlas en su mínima expresión y se agarraron a ellas. Así funciona.

El entrenamiento es a la táctica como la orden de barrer la playa a la disciplina en el ejército. Lo importante es lo que pase a formar parte del sistema operativo. Eso será lo que rescatará al equipo en momentos de crisis y lo que lo guiará a la victoria y a la excelencia cuando en lugar de pensar en hacer algo, simplemente lo hagan.

El Tartesos Rugby está trabajando eso en todas sus categorías. Los actuales sub 16 son el séptimo de caballería. No sé qué podrán dar de sí cuando lleguen al sénior, ni cuántos se quedarán por Huelva para seguir en su club, pero sí tengo claro que, a pesar del abandono al que han sido condenados en la ciudad por las instituciones, van a incrementar el ya de por sí magnífico nivel que llevan años mostrando los linces del primer equipo. El desembarco está cerca.