Análisis

NArciso rojas

Nobleza + agresividad, eso es el Tartessos

El equipo sénior del club de rugby Bifesa Tartessos de Huelva está en los play offs de ascenso. Un equipo que ha conseguido poner sobre la mesa el mejor rugby que se ha visto por Huelva desde hace mucho, que le ha tomado el pulso a esta categoría y que solo sufrió ante el equipo de Badajoz, de otra categoría.

Se enfrentan este domingo a Económicas en la primera fase. Desconozco al adversario, no sé si los nuestros tienen información sobre cómo es este equipo -quizás ese desconocimiento haga que estos torneos sean más atractivos-, no sé cuál será el resultado, sólo sé que la ciudad se acerca a esa fase en la que el rugby desaparece de su paisaje y nos sentimos peor. Cuando el rugby lo fabrica un equipo como el Tartessos nos sentimos mejor, así que hay que aprovechar lo poco que queda.

En esta era, en la que todo es mentira, nuestro Tartessos sigue siendo un reducto inexpugnable de sinceridad y verdad. Poder asistir a ese espectáculo sereno y brutal de un partido de rugby del XV del lince es una de las pocas cosas que nos reconcilia con nosotros mismos. Los jugadores de uno y otro equipo saltan al campo y nos ofrecen una liturgia ancestral en la que la agresividad se mueve en armonía con la nobleza. La mezcla perfecta. El Tartessos le devuelve el sentido a las frases que en los innumerables intentos de evangelización que leemos y escuchamos para conseguir que los gentiles abracen la religión oval nos suelen resultar vacíos y agotadores. Las palabras no alcanzan.

El Mesías en el rugby es un sentimiento fugaz que se da cuando te percatas de que nobleza y agresividad se unen para convertirse en una sola cosa sin nombre. Una cosa que como todas las cosas importantes no se puede explicar. El hecho de que ese Mesías se nos presente y desaparezca con tanta celeridad nos hace más fervientes seguidores de esa aleación perfecta.

El domingo, con toda probabilidad, volverá a cristalizar, y el sénior del Tartessos nos igualará a todos los que vayamos a verlo por incomparables frente a lo enorme de su verdad.

El rugby es de verdad. Acércate al refugio y recarga las pilas.

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