Como dicen los jóvenes ahora, esto puede ser "el LOL de nuestras vidas": en la cuarta división del fútbol español el Decano ha sido incapaz de ganar ningún partido a Betis Deportivo, Cádiz Mirandilla, Antequera y Sevilla Atlético y ya se ha dejado puntos con equipos como Cartagena B, Utrera, Torremolinos, Ejido, Xerez… Nuestro querido equipo tiene muchos jugadores insípidos que dejan en muy mal lugar haber prescindido de gente como Barroso, Pata (y no lo digo por ser de la casa porque eso me la refanfinfla, realmente, a niveles siderales)… o Juanito que, con las mil peculiaridades que quieran me da que, para lo que vemos sobre el verde, de algo nos hubiera servido.

Pero ese Recre, el que va segundo y genera bastante desidia a su pesar, el que echó a once en invierno por no cortarle la cabeza a un par de personas -las paredes oyen- que han vivido desde septiembre en el alambre, este mismo Club al que muchos sentimos como una parte de nosotros mismos por lo que se hizo para salvarlo poco tiempo atrás y que si nos hace temblar tanto es por el lógico temor a que no consiga el objetivo, se encuentra ya a medio pasito de esos cuatro últimos peldaños para dejar atrás -que no es lo mismo que olvidar- esa pesadilla perpetrada en mayo del 21. Y sí, ahí tiene que dar igual todo, como repitió Abel el domingo: sólo vale ascender y lo demás, chau-chau; da igual cómo y dónde. Vamos, lo mismo que sosteníamos el curso pasado, argumento (qué cosas) que quienes ahora lo defienden no lo compraban porque así lo mandaban papá y sus favorcitos, que estos no se pagan solos.

Así que, salvo hecatombe, en menos de un mes ya nos volveremos a jugar media vida (albiazul); casi nada. Les confieso que entre discursos conformistas, operaciones futbolísticas revanchistas, complejos aireados y admitidos y juego insulso por doquier casi me había hecho la idea de vivir un tramo final apocado, pero qué narices: miro a mi casa, a mi familia, a mis amigos… Miro a ese bendito escudo centenario de mi bufanda favorita, aquella que vivió el palo en Soria… Miro al pisoteado Líberos del Decano, recuerdo otros partidos históricos y decisivos… y vuelven a aparecer esas puñeteras mariposas en la barriga. Sí, ya están aquí. No aprenderé jamás.

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