MIGUEL CARRASCO | MATADOR DE TOROS

“Mi vuelta a los toros no es el capricho pasajero de un iluso”

  • Tras un año de intensa preparación, quien fuese novillero destacado en esta tierra anuncia su retorno

  • Campofrío sera por junio su primer compromiso

Miguel Carrasco en la plaza de toros de la finca El Campillo en San Bartolomé.

Miguel Carrasco en la plaza de toros de la finca El Campillo en San Bartolomé. / Paco Plaza (Huelva)

Insultante incluso en el triunfo frente a aquellos que con vitola de novilleros de postín le anunciaron en los carteles. Con Dorado, apoderado de la antigua escuela, Miguel fraguó su carrera con la certeza de que su corte de toreo, su forma de entender al toro y la suerte, eran plato exquisito para el aficionado. Anunciado en Madrid, Sevilla, La Merced y unas intensas temporadas dentro de las plazas de esta Huelva, Miguel Carrasco alimentaba una intensa corte de seguidores y aficionados.

Los focos de aquella incesante carrera fueron aminorando su marcha cuando Paco Dorado vuelca definitivamente su afán de apoderado en la llamativa figura de Manuel Díaz El Cordobés. Eso, y el número decreciente de novilladas por esos reductos llamados Nerva, Ayamonte, Campofrío, Jabugo, Cortegana, Valverde y Zalamea llevan a Miguel Carrasco a tomar una alternativa a la que Cortegana enmarca aquella tarde septembrina del año 95, en la que Fernando Cepeda con Pauloba de testigo le hace matador de toros frente al toro Gorgorito de Carlos Núñez.

No bastaron aquellas cuatro orejas y rabo de una tarde triunfal para que esa carrera acelerase su marcha, y el traje de luces quedó resguardado en la oscuridad del armario. Ahora, casi en la penumbra de un mesón moguereño, cuando la primavera de 2019 se lleva por delante el final de este marzo, un hombre con 46 años anuncia su regreso. Miguel Carrasco vuelve a la Fiesta.

–¿Para qué?

–A torear. A dejar vivir esa cosa interior que siempre llevamos los toreros y espero también que a disfrutar. Se nace torero y aunque no se ejerza la profesión, eso siempre está ahí. No es la primera vez que lo intento pero entonces las circunstancias no fueron favorables.

Decidí hace un año que iría cumpliendo objetivos hasta llegar a anunciarme. Más que nada por respeto a mi profesión. Primero la preparación física, adelgazar y poner mi cuerpo en forma. Después, la mentalización de que realmente quería estar haciendo esto y probarme en el campo frente al toro. Cuando estas etapas previas se cumplieron, lo anuncio en público como hoy estoy haciendo.

–Decía “saber a qué vengo”. ¿A qué viene?

–A ponerme delante de un toro y ser consciente de la que se me puede venir encima para aguantar el tirón delante de ese animal a estas alturas de mi vida. Para muchos puede resultar inexplicable esta decisión, pero siempre he pensado que de aquella etapa se quedaron muchas cosas por decir y quiero decirlas en este momento. No hay metas. A lo mejor me quedo satisfecho con cuatro cosas que quiero hacer o por el contrario me enveneno y quiero seguir, sabe Dios.

–Llega el campo, la prueba ante el toro. ¿Cómo se ha sentido?

–Contento, porque ha sido una prueba ante un animal nada fácil, con muchas dificultades, planteando un esfuerzo grande para entenderlo pero a lo mejor era ese comportamiento el que me ha dado más confianza aun cuando le he podido. Ha sido una prueba dura, pero ha abierto las puertas a la confianza de que estoy preparado para lo que he venido a hacer.

"Por respeto a mi profesión me he tomado un año para meditar, preparame y pensar bien qué quiero”

–Alternativa y desaparición...

–Se juntó un poco de todo. La cosa no estaba fácil, me desanimé y ya no hubo más. Sin rencor hacia nadie, también te digo. Ahora han cambiado muchas cosas que me facilitan tomar esta decisión y voy a aprovecharla porque la edad no es un hándicap, sino que te aporta madurez para ver cosas que un chaval joven no ve. El concepto del toreo es el mismo, pero el tiempo le da capacidad al torero de sobreponerse a muchas cosas.

–¿El miedo es el mismo a los veinte que a los cuarenta?

–El mismo. Eso no lo cambia el tiempo porque es innato en esa relación del torero y el toro.

–Ilusionó a Huelva...

–Son los recuerdos más felices de mi vida. La gente que me seguía, las tardes de toreo... Quizás en esa meta del volver esté también el poder torear de matador en La Merced. Creo que debo de torear. No sé si será posible o no, pero creo que lo más honesto es que en estos días se lo pueda preguntar a la empresa.

–La Fiesta ha cambiado Miguel, no vuelve a un mundo fácil.

–Soy consciente de todo eso y eso debe ser una ventaja porque no me voy a llevar una mala sorpresa. El toreo está difícil pero cuando uno de verdad habla en el ruedo, a ese lo escuchan. ¿Por qué no?, quiero aprovechar como torero lo que le quede a mi vida de juventud y ahora mismo mi cabeza ha vuelto a pensar plenamente en el toro. Quiero que se me reconozca como profesional.

–¿Apuntamos la primera fecha?

–La empresa de Campofrío me ha confirmado para su festival en junio. Solo quiero que me dejen la mínima oportunidad los empresarios taurinos. Solo eso le hace falta a Miguel Carrasco. Bueno eso y la inestimable ayuda de un taurino como Santiago Chacón, que hace lo máximo para que esto termine de arrancar. Que arrancará...

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