Días de Cómic

El relevo

  • Los Nuevos Vengadores(2005), de Brian Michael Bendis y David Finch, irrumpen en las páginas de Marvel para sustituir al famosísimo supergrupo, que había sido disuelto meses antes

  • Indiana Jones a la francesa

Los nuevos vengadores. Imagen de archivo.

Los nuevos vengadores. Imagen de archivo. / M. G.

La llegada a Marvel de la cabecera Los Vengadores (1963) fue el debut del tercer supergrupo creado por Stan Lee y Jack Kirby cuando reinventaron el género de superhéroes ofreciendo una perspectiva más humana de estos enmascarados que velan altruistamente por la seguridad de sus conciudadanos. La serie tenía como base reunir a los principales superhéroes de la editorial y enfrentarlos a grandes amenazas. Así fue como Iron Man, Thor, Hulk, el Hombre Hormiga y la Avispa se unieron para dar vida a la primera alineación de Los Vengadores.

A finales del siglo XX, Los Vengadores habían dejado de ser el grupo más popular de Marvel Comics. Su relevancia había pasado a un plano secundario en favor de los mutantes y de Spider-Man. Pero la llegada de Joe Quesada a la editorial como redactor jefe volvería a colocar esta serie como referente de todo el Universo Marvel.

El guionista elegido para esta misión fue Brian Michael Bendis, uno de los nuevos talentos de la editorial, que había triunfado en el mercado independiente con historias de estilo noir y ya tenía algunos éxitos en Marvel Comics, pero no tenía experiencia trabajando con grupos.

Bendis tenía claro que lo primero que había que hacer era acabar con lo viejo para dejar espacio a lo nuevo. Y así, se concibió el arco Vengadores Desunidos, con el enfrentamiento entre los propios miembros del grupo y los fantasmas de su pasado. La Bruja Escarlata comenzaba a mostrar síntomas de inestabilidad, y será la responsable de acabar con la mansión de los Vengadores, con la unión del grupo y causando la muerte de personajes como Hombre Hormiga, Ojo de Halcón o la Visión. Y a partir de aquí, se disolvieron los Vengadores… hasta la llegada de Los Nuevos Vengadores.

Si en 1963, Los Vengadores están integrados por los superventas de Marvel Comics, en 2005 Los Nuevos Vengadores están formados inicialmente por los superhéroes top del momento: el Capitán América, Iron Man, Spider-Man, Luke Cage, Lobezno, Spider-Woman y El Vigía.

No fue ninguna sorpresa para nadie que Iron Man y Capitán América fueran los líderes del nuevo grupo de superhéroes, pero sí lo fue la inclusión de Lobezno y Spider-Man, a pesar de ser una clara maniobra de fichaje de superestrellas. Sin embargo, el Hombre Araña es el personaje más infrautilizado de la serie, ya que se desperdician las dotes científicas de Peter Parker, quedando el Trepamuros apenas como alivio cómico. En cambio, con su contrapartida femenina, Spider-Woman, Bendis logra una destacada caracterización de su personaje fetiche y profundiza en su psicología de manera certera.

Luke Cage entró quizás con la idea de ser personaje secundario y fácilmente sustituible del grupo, pero acabó siendo el líder y el alma de Los Nuevos Vengadores.

El Vigía es un sobrehumano con problemas mentales. Bendis lo trata con mucha mesura y no abusa de él, consiguiendo encajarlo en la formación y convertirlo en el arma de destrucción masiva del grupo, aquello que se iba a utilizar cuando no quedara más remedio.

El impulso que le dio Bendis al Universo Marvel está fuera de duda, y su trabajo en Los Nuevos Vengadores es una demostración de cómo debe escribirse un cómic de grupo. Bendis es de los pocos

guionistas que logran que un puñado de personajes disfrazados desayunando en una cocina sea una escena divertida (con permiso de la Liga de la Justicia Internacional de Giffen, DeMatteis y Maguire). No solamente sabe imprimir a sus peculiares diálogos de una cotidianeidad que rara vez se ve en el cómic de superhéroes, sino que sabe aplicar el sentido del humor cuando es necesario.

Las tramas de Bendis se cuecen a fuego lento, de tal forma que podemos ver cómo la ruta que dio comienzo en su primer número en Los Nuevos Vengadores siguió de forma coherente hasta el último, dejando claro que el guionista planea sus tramas con años de antelación.

Para esta gigantesca labor, pusieron a disposición de Bendis algunos de los dibujantes en alza del momento. El guionista se vería acompañado de David Finch, cuyo estilo noventero quizás no brilla tanto como debería, pero sirve con creces para el propósito que tiene en estas páginas. Subiendo un poco el nivel estaría Steve McNiven; y Frank Cho, cuya presencia aquí se hace demasiado breve.

La próxima semana: Roncesvalles (1980), de Antonio Palacios, que ofrece su propia versión del Cantar de Roldán, destacando el heroísmo de los combatientes españoles.

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