Historias del Fandango

El olvidado Cojo de Huelva

  • El Cojo de Huelva es una figura del fandango completamente olvidada por los aficionados

El Cojo de Huelva

El Cojo de Huelva

No había nacido en Huelva, sino en el barrio de Triana de Sevilla, pero eligió la tierra huelvana y sus cantes como referentes de su vida personal y artística. Manuel González Lora (1915-1954) fue onubense por voluntad propia, llegó a la capital con 17 años, "en busca de amparo y protección" -diría de él Antonio Rebollo-, y fue acogido por el guitarrista Rafael Rofa y otros aficionados locales. Huérfano desde niño, en su adolescencia y su juventud se hacía llamar "El Cojo de la Alameda", que era la zona sevillana donde habitualmente cantaba hasta que se trasladó a la capital onubense.

En Huelva se erigió en protagonista indiscutible de los fandangos durante una década, desde mediados de los años 40 y hasta su muerte en 1954, si bien su eco permaneció muchos años más. Eran tiempos de posguerra en los que el fandango se había quedado en Huelva sin sus nombres de referencia (El Comía y José Rebollo habían fallecido, Antonio Rengel y Paco Isidro habían dejado de cantar en público), así que el Cojo campeaba, con su voz redonda y poderosa y su estilo genuino, como su verdadero representante en los espectáculos flamencos por toda España.

Cantaor largo

Su nombre fue indiscutible en el fandango, del que grabó las variantes de Rebollo, Paco Isidro, Rengel, Santa Bárbara, populares de Huelva, Juan María, el mal llamado de La Puebla, camperos y personales. Y como fue un cantaor de amplio registro, grabó también malagueñas, fandangos de Granada, soleares, rumba, milongas, bulerías, tanguillos... Los suyos fueron discos que tuvieron mucho éxito y que se radiaban profusamente en los programas flamencos y en los de discos dedicados de las emisoras de radio, porque el Cojo introdujo modernidad en el cante.

Carátula de uno de sus discos Carátula de uno de sus discos

Carátula de uno de sus discos

En 1947 lo encontramos actuando en el muy popular Circo Price de Madrid, y al año siguiente en el  espectáculo "Fantasía andaluza", que giró por todo el país, y participó en otros de la 'ópera flamenca' como "El sentir la copla", "Noche de coplas" y "Así canta Andalucía", siempre compartiendo cartel con primeras figuras como Manuel Vallejo, José Cepero, El Culata, Juan Varea,  Pepe Pinto, la Niña de Antequera y otros.

Cartel publicitario del espectáculo Cartel publicitario del espectáculo

Cartel publicitario del espectáculo

Participó en otros muchos espectáculos, como "Solera andaluza", en 1947; la tourné "Aires de Andalucía", en 1948; "Seguiriya gitana", en 1951; "Fiesta del arte popular andaluz", en 1953, o "Rosa de España", también en 1953, donde lo calificaron como "coloso del cante flamenco"

ABC de Sevilla, 16.09.1953 ABC de Sevilla, 16.09.1953

ABC de Sevilla, 16.09.1953

En 1954 se unió a la compañía de Concha Piquer, interviniendo en el espectáculo "Salero de España", pero rescindió su contrato porque no quiso ir al extranjero.

El accidente mortal

La última vez que había actuado en Huelva fue en una fiesta en la plaza de toros, en julio de 1954, con Pepe Pinto y la Niña de Antequera. Momento aquel en que se ofreció para actuar gratis en un festival a beneficio de la familia del malogrado novillero Rafael Carbonell. Manuel era hombre generoso que no olvidaba de dónde venía y que se sumaba con frecuencia a actos con fin benéfico que lo reclamaran. Publicó un libro con letras de fandangos y actuó en la película "El vendedor de gambas".

Tenía 39 años cuando el coche en que él viajaba con otros artistas desde Sevilla a Alcalá de Guadaíra para actuar en una fiesta, chocó violentamente con un camión, sufriendo heridas tan graves que falleció poco después.

Odiel, 02.11.1954 Odiel, 02.11.1954

Odiel, 02.11.1954

El bordado de la camisa

Días después, el cantaor Paco Cerrejón pedía públicamente desde el diario Odiel que "Huelva debe rendir un homenaje al que tanto la cantó", como recuerdo a su memoria. Y desveló un detalle, mínimo si se quiere, pero inequívoco del cariño que el Cojo tuvo por Huelva: su nombre artístico al completo bordado en el bolsillo de sus camisas.

Odiel, 10.11.1954 Odiel, 10.11.1954

Odiel, 10.11.1954

Detalle afectivo y de pertenencia que Manuel González Lora mantuvo hasta el final de sus días. En la lápida de su nicho, en el cementerio de Sevilla, también puede leerse la inscripción  "Cojo de Huelva".

El olvido

Pero no solo por cuestiones sentimentales, que también porque significarían corresponder con la misma moneda de afecto a quien nos quiere y lo mantuvo en los gestos y en la vida; sino porque 1) objetivamente el Cojo de Huelva fue durante una década la voz ortodoxa del fandango de Huelva en toda España; 2) lo interpretó con una personalidad rica y vibrante; 3) aportó al menos una variante personal ("En el Toril me crié") que el prestigioso musicólogo flamenco Faustino Núñez  le reconoce con personalidad propia suficiente para ser incluido en el catálogo canónico de los fandangos de Huelva ("...una variante de gran belleza melódica que contiene el aroma onubense de quien sabe imprimir el sabor de la tierra a todo lo que interpreta"), en la obra "Huelva, tierra de fandangos".  Por todo eso no se entiende que el Cojo haya sido tan rotundamente olvidado por los aficionados. Y menos aún que algunos concursos de fandangos, concretamente dos de Peñas importantes de la capital, lo hayan excluido expresamente en sus bases como fandangos para concursar. El olvido de Huelva con el Cojo no se entiende.

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