La cuarta boda de Ivana Trump, con el bailarín italiano Rossano Rubicondi, no va a dejar nada al azar.
Ni siquiera los vestidos de las invitadas, que todos tienen que ser del gusto de la anfitriona. Ya han llegado las primeras invitaciones, que requieren vestidos largos en color pastel -excepto los tonos rosas y amarillos- para las invitadas.
Las cámaras de fotos y los teléfonos móviles no estarán permitidos.
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