Arte

El arte 'after arte' de Fernando García-García

  • El pintor sevillano presenta hasta octubre en La Gamberra una selección de obras de su proyecto '...AFTER'

Fragmento de una de las obras de Fernando González-González que componen el proyecto '...AFTER', que desde hoy puede verse en Huelva en La Gamberra.

Fragmento de una de las obras de Fernando González-González que componen el proyecto '...AFTER', que desde hoy puede verse en Huelva en La Gamberra.

After es un vocablo del inglés que suele traducirse, según el contexto, por después de, tras, a partir de. En el mundo del arte está asociado a las copias de otros autores y a la noción de reproducción de la imagen. Una copia, una reproducción, que parta de una obra de otro autor llevaría la firma del nuevo autor, su título y el after seguido del nombre del autor original. Esa era la costumbre en épocas anteriores al apropiacionismo.

La copia de copia, la interpretación de interpretación, la imagen de imagen adquiere en nuestra época (la de la reproducibilidad mediática) una dimensión nueva, y se convierte en un recurso creativo para multitud de figuraciones post-Pop. Es sobre esta dialéctica, entre imágenes populares o popularizadas por las reproducciones (baja cultura) y su repercusión en el Arte (alta cultura), sobre la que se plantea esta muestra, desde la consciencia de que toda pintura, ya convertida en lenguaje y signo de sí misma, es un ejercicio autorreferencial. Metapintura que, además, opera con imágenes recicladas de los medios y del arte nuevo o viejo como banco de unidades significativas que sugieren asociaciones, quizá todavía cercanas o ya alejadas de su intención original.

Vivimos en los eternos post, neo, after, jugamos con lo que crearon otros, hablamos con palabras de otros, consentimos en ser epígonos… o no. Fernando García-García (Carmona, 1973) plantea estas cuestiones a partir de su experiencia como intérprete de la obra de Murillo, de Rembrandt o de las esculturas clásicas vaciadas en yeso. Lo lleva a cabo con una factura técnica cuidada, académica y desnuda, pero con una relectura contaminada, a sabiendas, de cine, publicidad, lenguajes de artistas coetáneos y banalización de la tradición ya neo-barroca de su entorno vivencial.

El artista empezó la experiencia con sus celebradas réplicas de obras de Murillo en 2017

… AFTER es, pues, como proyecto, la continuación de una experiencia que comenzó en 2017, con la creación de las réplicas de las dos obras de Murillo que habían sido expoliadas de la Iglesia de Santa María la Blanca de Sevilla durante la invasión del ejército napoleónico en 1810. Fruto de esta experiencia, y de las imágenes surgidas en el proceso de ejecución, se genera una serie de pinturas inspiradas en las cabezas que aparecen en los dos cuadros originales de Murillo, descontextualizadas y ampliadas, en busca de una reflexión sobre cualidades plásticas y expresivas de los rostros murillescos y como excusa para confrontar concepciones tradicionales con categorías contemporáneas de la pintura.

Cada una de estas cabezas emancipadas de su discurso original y reinterpretadas según los intereses del autor, se integra en una serie que atiende a criterios comunes de formato. Aunque singularizada cada una con título específico, la palabra head y un número de orden vinculan todas las piezas entre sí.

A propósito de las academias (Head 32-17), expuesta en Murillo y la Facultad de Bellas Artes 400 años después, aparece como primera obra publicada de esta serie. Estudio M. (Head 33-17) la continúa y da pie a las siguientes, MUTTer (Head 1-18) y MUTTer (Head 4-18), en las que el autor propone un juego dialéctico y disonante con la palabra mutter (madre, en alemán), como guiño al conocido pseudónimo de Duchamp, R. MUTT.

La continuación de la serie, junto con su ampliación a partir de juegos semióticos con las reproducciones de las esculturas clásicas de la Gipsoteca de la Universidad de Sevilla, configuraron la primera muestra de este proyecto expuesta durante el mes de mayo en la sala de la Fundación Caja Rural del Sur en Sevilla.

Un extracto de aquella exposición, siete obras, se presenta ahora en Huelva gracias a la invitación de La Gamberra. Para esta ocasión se han seleccionado varias obras del proyecto que comparten “el femenino” con el lugar en que se exponen. Santas, alegorías y diosas que se emancipan de su historia lastrada de servidumbres para configurar, quizá, nuevos significados. En cualquier caso, una excusa para pintar y seguir hablando de pintura.

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