"No estoy de acuerdo con la ambición de mis hijos"
El legado de la "señora de la canción" fue tan extenso que aún guarda sorpresas como Amor del alma, triple CD de reciente publicación donde, Antonio Morales, aparece junto a la que fuera su compañera en un clásico del repertorio de ésta como Jamás te dejaré. Aparte, Shaila, la menor del clan, también se ha unido al homenaje interpretando con su madre Amor eterno, melodía con la que se cierra una producción que incluso rescata algunas piezas inéditas de "la" Dúrcal. Más allá, "Junior" -denunciado por sus descendientes a raíz de los desacuerdos en relación a la herencia maternal- ha querido abrirnos su corazón para que, en cuanto a todo lo que sobre su familia se cuenta, sepamos la verdad, y toda la verdad, en boca del que es uno de los principales protagonistas de la noticia.
-¿Qué sentido tiene esta propuesta que le hace ahora al público? ¿Por qué surgió la idea?
-En principio suponía una manera de rendir tributo a mi mujer. Yo llevaba como treinta años sin grabar nada aunque no sin estar vinculado a la industria, claro. Me quedaba en casa con los niños pero también le orientaba a ella o incluso, en ciertas ocasiones, la dirigía. Ha sido como tenerla al lado puesto que, en la canción que compartimos, su voz aparece al unísono de la mía. Procuré que fuera un dúo original y no cometer el error de otros de intentar sonar más que la artista principal. Rocío tenía más fuerza y, en mi caso, la llevo hacia la balada. Como en mi época de grupos…
-¿Ha sido una selección realizada por usted?
-No. Por un antiguo miembro de nuestro equipo de la discográfica con el que, además, hablo de futuros proyectos personales. Yo lo que hice fue elegir el tema porque, a Jamás te dejaré, le pasa igual que a Como han pasado los años: mi esposa me los dedicó a mí.
-¿Cuándo ha sido la última vez que se ha emocionado pensando en Rocío?
-Todos los días me acuerdo de Marieta aunque, en el pueblo de Dúrcal, durante una rueda de prensa que se celebró allí, se me cortó la garganta.
-Esa sensación de sobrecogimiento es similar a la que se siente también la primera vez que se escucha Amor del alma y se llega al final del álbum…
-Son Shaila y su madre en una historia de Juan Gabriel muy tierna sobre alguien que se muere. Hemos rescatado un saludo de Rocío al público donde se despide, tal y como solía hacer en sus conciertos, con un beso.
-¿Cómo se encuentra su hija? ¿Habla con ella?
-La llamé el día 12, coincidiendo con la fecha de su aniversario de boda, pero no me contestaba nadie. Es difícil establecer comunicaciones de aquí a México. ¡Una "chingadera" con los números tremenda! (risas).
-Y usted, aparte de promocionar este proyecto, ¿a qué se dedica? ¿En qué invierte su tiempo?
-Estoy componiendo con la guitarra. De momento todo lo tengo en la mente pero me he comprado una grabadora para ir practicando. Lo que pasa es que… ¡es muy moderna! (risas). Poco a poco…
-Antonio, ¿cuál es su opinión sobre los comentarios acerca de su situación personal?
-No tendrían por qué meterse en eso pero, como nosotros hemos sido los primeros en hacerlo público, era obvio que sucedería. De algo pequeño se ha hecho una bola grande. Es incómodo tener que hablar así de mis hijos pero no estoy de acuerdo con su ambición, con sus metas. Carmen tiene 39 y, Antonio, 35 y, antes de esa edad, ya estaba yo en la faena con Marieta. Desde entonces, no he parado. Últimamente escribí mi libro, fui a la inauguración de la escultura de Rocío... Los próximos tiempos me dedicaré a otras cosas porque, en cuanto al resto, lo he puesto en manos de mis abogados, que me han tranquilizado mucho advirtiéndome de que todo va bien.
-Me sorprendió descubrir cómo, en un encuentro que tuvimos hace poco, besaba una foto de Carmen en una revista…
-Es que el amor no se pierde aunque, el "cariñito", sí es difícil que vuelva. Sobre todo por la actitud. Los veo un poco impasibles pero tampoco me corresponde hacer nada. Son ellos quienes deben venir hacia mí.
-¿Sigue la televisión y lo que ahí se comenta al respecto de los suyos?
-Sí. A veces me río y pienso: "¡Qué mal informados están!". Otras me sorprendo porque nunca sé si es verdad o no. Los sensacionalistas han hecho mucho mal a las relaciones.
-Mucha gente me pide que le pregunte por su salud. ¿Podría explicarse un poco en este sentido?
-Tengo mis días. Sigo tomando antidepresivos. Si amanece nublado o lluvioso, me vengo abajo y me encajono en casa. En esos instantes, no me gusta estar en la calle. Por lo demás, me quedan muchas ganas de vivir. No me planteo ninguna pareja aunque también es cierto que nadie me ha emocionado aún. Tampoco salgo con lo que, eso sería complicado. He cumplido sólo "taycinco". Estoy a tiempo (risas)…
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