Cultura

Vuelve la comedia de acción

Multicines La Dehesa Islantilla, CineBox Aqualon Puerto Huelva y AlAndalus Punta Umbría.- Título original: 'Kick-Ass: Balls to the wall'.- Producción: Estados Unidos, 2013.- Duración: 103 minutos.- Dirección: Jeff Wadlow.- Guión: Jeff Wadlow basado en el cómic de John Romita Jr. y Mark Millar- Fotografía: Tim Maurice Jones.- Música: Henry Jackman y Matthew Margeson.- Montaje: Eddie Hamilton.- Intérpretes: Aaron Taylor-Johnson, Chlöe Grace Moretz, Christopher Mintz-Plasse, John Leguizamo, Lyndsy Fonseca, Jim Carrey, Lindy Booth, Morris Chestnut

Supongo que muchos de los habituales de las salas cinematográficas recordarán la llamativa y espectacular película Kick Ass: Listo para machaca (2009), que aquí viéramos hace tres años y que nos pareciera una comedia de acción realmente digna de recordarse. Ya entonces opinábamos que no es osado pensar que esa adoración que algunos adolescentes o jóvenes han sentido o sienten por los superhéroes, ciertamente puede resultar de alto riesgo, sobre todo si tratan de imitarlos a cualquier precio. Si como dijo aquel famoso torero: "hay gente pa tó", nada puede extrañarnos que algunos, en su más ingenua adolescencia, pretendan imitar a los mitos de las más famosas tiras cómicas. En su libro La seducción del inocente (1954). Fredric Wertham, se refería abiertamente a las influencias perniciosas y deletéreas de los medios, en general, y de los cómics especialmente. En cuanto a lo primero podemos discrepar, yo, al menos, me lo permito. Sobre lo segundo las dudas son más considerables.

En todo caso lo que ahora vemos, esta Kick-Ass 2: Con un par, es una continuación de aquella y sus personajes siguen en la brecha de una entrega más donde comic y violencia juegan al unísono. Ellos son Aaron Taylor-Johnson -nada que ver con el que vimos en Anna Karenina (2012)-, que aquí encarna a un joven más bien apocado que se convierte en héroe; Chloe Grace Moretz, su amiga y virtuosa de las artes marciales y el uso de las armas y Christopher Mitnz-Plasse, el malvado de turno que les hace la guerra. La referencia más grotesca la interpreta un inesperado Jim Carrey, dando vida a un excéntrico coronel de un grupo de vengadores que se hace llamar Justicia Eterna. Completa el cuadro un conjunto de supuestos superhéroes producto de hazañas ya conocidas.

El pretexto para el director Jeff Wadlow es el desarrollo de un argumento de una saga cómica de 2007 que produce nada menos que Brad Pitt. Y el resultado es bastante menos brillante que su precedente, porque no es fácil sorprender al espectador si no se presentan nuevos elementos y contrastes más convincentes. Con lo cual lo que se trata es de explotar el predicamento de la anterior sin la frescura, espontaneidad y gancho de aquella. La combinación de humor y violencia, con una cierta intención aleccionadora, se queda a medio camino o quizás más lejos. Recurre a una gracia fácil a veces grosera e incluso escatológica, una violencia desmadrada y con Jim Carrey de por medio, el descontrol resulta demoledor y poco satisfactorio para quien esperaba algo más o parecido a lo que vio en su día.

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