Con el corte de cuatro orejas y un rabo Andrés Romero ha prolongado en la localidad cacereña de Talayuela su pleno de puertas grandes de la temporada. Ha sido la de ayer otra tarde importante frente a un lote complicado de toros de Carmen Valiente. Inciertos y siempre a la expectativa, ambos. El onubense alternó ayer en dicha localidad junto a Leonardo Hernández y el lusitano Duarte Fernades.Romero fue a port todas y desde el principio se la jugó sin duda alguna frente al primero, siempre midiendo. Lo paró con Obelisco para luego apostar con autoridad en banderillas en cada embroque con Guajiro, Kabul y Chamán en una faena en la que siempre tuvo que anticiparse a la acción del toro, que cortaba y se ponía por delante. Oficio y ambición en su respuesta para coronar con un rejón fulminante que le puso los máximos trofeos en las manos.No le dio muchas más opciones el segundo, al que se impuso en un emocionante tercio de banderillas protagonizado por Fuente Rey y Farrugia. El primero, haciendo de cada quiebro un lance de mucho ajuste. El segundo, quebrando en la cara a caballo parado dando al toro la ventaja de su querencia. Pinchó antes del rejón final y eso le privó de un segundo rabo.El rejoneador onubense dejaba tras el festejo sus sensaciones respecto a la triunfal temporada que lleva en este 2023.“No puedo estar más satisfecho por este inicio de temporada porque me estoy encontrando muy fresco y capaz para encontrar soluciones a las exigencias que plantean los toros. Y la cuadra está respondiendo a un nivel muy alto a pesar de que la estoy renovando mucho con nuevas incorporaciones casi en cada corrida. Pero el trabajo que hay detrás es mucho y eso da sus resultados".