Toros

Puerta Grande para David de Miranda, Lama de Góngora y Ángel Jiménez en Santa Olalla

  • Muy justo de fuerza y raza el bien presentado encierro de Salvador Domecq que tuvo en el cuarto su toro más completo y en el tercero el de mejor clase. Muy venidos a menos primero y cuarto.

Una faena intensa, valiente y medida en cuanto a distancia y temple por parte de David de Miranda ante el toro más completo y exigente de la tarde junto a la expresividad estética y la inspiración del ecijano Ángel Jiménez son los más sólidos argumentos del éxito de una tarde en la que Lama de Góngora sorteó el lote más endeble y rajado de un noble encierro de Salvador Domecq frente al que en muchos momentos de la tarde se estrellaron las pretensiones de triunfo de los actuantes en el festejo celebrado ayer en Santa Olalla del Cala.Paró con soltura David de Miranda esa embestida del quinto de la tarde. Más tarde, ese pase cambiado por la espalda y el posterior manojo de muletazos desde el centro del ruedo fue el inicio de una faena maciza, precisa y valiente para correr la mano con mucho temple en todo ese toreo que llegaría más tarde cuando Miranda le apretó más con la diestra y el de Salvador Domecq se lo compró de verdad. Perfecta esa siguiente con la izquierda en ese remate donde las taleguillas le llegaron cerca al diamante del pitón.A la cuarta serie Miranda mandaba con clase y ese valor sereno sobre el toro de los campos gaditanos disputando el máximo terreno en el embroque y el cante llegaba desde el tendido al albero mientras el triguereño solventaba valiente y entregado ese manojo de manoletinas ceñidas y perfectas que abrochaban todo lo bueno que había existido. Tuvo que ser al tercer intento pero ese espadazo abrochaba una tarde muy seria de toreo por parte del onubense. Oreja muy de verdad para comprar una Puerta Grande compartida con sus compañeros. Y una tarde mas de esta temporada donde Miranda demuestra su importancia torera.También faltó toro a David de Miranda frente a su primero, un ejemplar precioso de hechuras pero que mostró muy a las claras que la falta de fuerzas iba a condicionar esa clase con la que el triguereño lució en las verónicas de recibo y en un templado quite por tafalleras.Quietud y suavidad en esos estatuarios que engarzaron el inicio torero de Miranda. Inteligencia de u torero que corrió la mano con mucha suavidad aunque la merada condición del astado no permitió ligazón. De uno en uno con gusto pero sin posibilidad que deja la emoción que provoca un toro con poder. Tanto que incluso antes de montar la espada el animal se echó sobre el albero. Lástima que ese momento torero de David no encontrara más oponente.Más pujanza tuvo el tercero de la tarde, vibrante en ese recibo capotero de Ángel Jiménez. Muy cuidado en el caballo la clase del de Salvador Domecq le ayudó a venirse arriba poquito a poco; a sacar ese fondo de raza que tenia y unirla a la clase y suavidad con la que manejó los engaños el torero ecijano . De menos a más los dos contendientes. Suavidad en ambos y clase en el toro para entregar hasta ese momento lo mejor del festejo.Respiro entre serie y serie que ya a la tercera mostró esa continuidad para que el torero encajara esa ligazón llevando muy cosido al toro con la muleta en la zurda. Series con continuidad y clase encontrando distancia y temple en las que encauzar estética y alegría en su toreo. La diestra añadió continuidad a lo bueno que el ecijano dejó en este tercer capítulo de la tarde.No iba a tener mucho rival Jiménez para abrochar el festejo. De esa larga cambiada encauzando la alegría que de salida trajo el sexto hasta ese intento de faena con un animal mermado físicamente de todo media una inoportuna voltereta. Si había algo, ahí se acabó porque este sexto no podía rematar ni la mitad de su viaje.Entendió muy bien Lama de Góngora las condiciones de entrega que tuvo ese primero de su lote y dejó buen aire en ese toreo a la verónica en un toro que mostró ya de entrada su descarada querencia a tablas. Faena de intención limpio el trazo pero casi imposible por esa condición. Lama le admitió el terreno que exigió el animal pero aun así fue más intensa la decisión del sevillano que la intención del toro por claudicar de esa defensa que encontró en tablas.Se precipitó en la primera entrada con la espada pero terminó cobrando una buena estocada en ese segundo intento. Oreja para la decisión en una faena donde faltó toro.Decidido Lama en ese inicio sin probaturas al cuarto embarcando en el tercio con la diestra las primeras embestidas de otro noble toro de Salvador Domecq.Sin prisas y cuidando a un toro que a pesar de todo, al tercer muletazo marcó los adentros y allí montó su cuartel general. Sudó Lama para obligar a salir de ese terreno y le aguantó las indecisiones a un animal sobre el que impuso mucha templanza con la zurda. Volvió a la diestra pero ya al toro le costaba un mundo terminar incluso el muletazo. De nuevo en terrenos de tablas terminó ese cuarto trance torero porque el cántaro estaba seco.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios