La entrega de los premios del Festival La Isla Ciudad Flamenca ayer en la Venta de Vargas sirvió para hacer balance de una programación que ha marcado un año más el verano isleño. "Es la excusa para decir que estamos contentos", bromeaba el conductor del acto, Santiago Muñoz, que aplaudía las actuaciones ofrecidas por los dos artistas distinguidos: el bailaor David Nieto, que se subió al escenario del Parque Almirante Laulhé en la Noche del Baile, que recibió el Premio Cruzcampo al artista más relevante; y la cantaora Alba Bazán, que hizo disfrutar al público en hasta dos ocasiones en estas semanas, a la que se hizo entrega del Premio Topulic al joven talento. Ambos no se olvidaron de sus compañeros en esas aventuras. La sanluqueña mencionó a su maestro y guitarra Manuel Lin, mientras que el isleño recordó a Jesús Castilla, Jaime de La Isla, David Gavira y Álvaro Lamela.

Javier Fernández, Chico, el promotor de La Isla Ciudad Flamenca, reconocía hace unos días la grandeza de Nieto en la velada abierta dedicada al baile que se celebró en el Parque Almirante Laulhé ante un millar de espectadores. "Estuvo impresionante", aseguraba. "Fue una noche muy especial, rindió al público", añadía Muñoz en su presentación. En el caso de Alba Bazán, se había enfrentado al público isleño en la Taberna El Embrujo y desde el balcón de la Venta de Vargas -¡qué bien se canta en la Venta!, proclamaba el conductor de la entrega de premios-. La joven de Sanlúcar cantará hoy también en este establecimiento mítico del flamenco. Ayer deleitaba a los presentes con dos fandangos.

Fue un gran momento, como muchos otros que han marcado el devenir de esta quinta edición del festival isleño flamenco. El gran éxito del I Congreso de Baile dedicado a Concha Baras precursora de las academias de baile en La Isla pone, a juicio de Fernández, el listón muy alto para próximos años. Fue emotivo, afirmó, como también el flamenco libre en las Callejuelas que recuperaba la estampa del barrio volcado en este arte de los vídeos y las imágenes de Camarón y su madre. La Piriñaca Flamenca, Flamencura todo lo cura en la Plaza del Carmen, las dos noches del Parque (de cante, una; y de baile, otra), la Madrugá Flamenca, el Balcón de la Venta, la taberna El Embrujo, las actuaciones en la playa de La Casería, la charla debate sobre la fotografía en el flamenco o las exposiciones han dejado en la memoria un recuerdo inolvidable, expuso ante los asistentes.

"Esos momentos se recordarán dentro de unos años", sentenció la alcaldesa, Patricia Cavada, para dibujar una Isla del futuro en la que siga La Isla Ciudad Flamenca "como un festival grande"; que conviva con otros festivales más pequeños, con el Museo Camarón... "Chico lo hace grande, y sus artistas", insistió la regidora. "Trabajamos todo el año para este festival", había afirmado minutos antes Javier Fernández, que agradecía la implicación de su equipo.