Concha velasco. actriz

"Con Juana aprendo todos los días a sentirla, a amarla y a vivir con ella"

  • El Castillo de Niebla acoge mañana la obra 'Reina Juana'. La obra actriz da vida a Juana la Loca durante su última noche de vida mientras se confiesa ante San Francisco de Borja.

Tras una dilatada y exitosa carrera en televisión, cine y teatro, Concha Velasco no pierde el entusiasmo y la ilusión por seguir trabajando en el exigente mundo de la interpretación. Mañana, con motivo de la celebración del Festival de Teatro y Danza Castillo de Niebla, el público asistente podrá disfrutar Reina Juana, una maravillosa obra teatral donde la vallisoletana interpreta de forma magistral la última noche de Juana la Loca. 

-Hace algunas semanas, la bailaora Sara Baras, que interpretó hace algunos años a Juana la Loca en uno de sus espectáculos, nos afirmó que le era imposible desconectar del personaje al bajar del escenario, ¿ha tenido usted esa sensación?

-Sí, claro, ya lo creo que sí. Juana tiene muchas cosas que contar. Aunque no es lo mismo lo que hizo Sara Baras que lo que hacemos nosotros, interpretaba su amor tremendo y aparente locura por Felipe el Hermoso, y aquí contamos exactamente lo contrario. Nos centramos en la última noche de Juana, que murió con 76 años en 1595. Y muere delante de Francisco  de Borja porque su nieto, Felipe II, le exige confesarse. Entonces es la confesión de Juana la última noche de su vida, cuando ella jamás quiso hacerlo. 

-Decía que la obra se centra en esa última noche de  Juana...

-Sí, sí, dicen que cuando uno se muere, en el último instante de su vida, se recuerdan los momentos felices y los no tan felices, y ella los recuerda desde el punto de vista de una anciana llena de sombras y locuras tras pasar 45 años encerrada en una mazmorra. Si la hubiesen dejado, habría sido la reina más poderosa del mundo, pero no la dejaron. 

-¿Y cómo se interpreta un personaje que, además, conoce desde el comienzo de la historia el final que le espera?

-Yo vivo el teatro. A mí no me interesa el making off del cine o el teatro, a mí lo que me interesa es la literatura, porque es lo que te escribe el autor y tu imaginación. Por eso yo, cuando salgo al escenario, vivo al personaje. Tengo la mecánica de trabajo, respetando las directrices del director, Gerardo Vera, pero yo salgo a vivir a mi personaje sin pensar en lo que viene después. El teatro debería ser como el amor, todo debe suceder como si fuese la primera vez, una interpretación nunca es igual que la anterior, la emoción es distinta, aunque se respeten los textos y posiciones.

-Cuando Gerardo Vera, director, y Ernesto Caballero, guionista,  le presentaron este proyecto, ¿cómo reaccionó?

-¡Pues dejando de lado todo lo que estaba haciendo! Estaba con Jesús Cimarro y le dije que en cuanto acabara Olivia y Eugenio, haría de Juana. Eso sí, siempre que la dirigiera Gerardo Vera, un director con el que nunca había trabajado y cuando hablé con él y me dijo cómo tenía pensado dirigir la obra, me pareció tan maravilloso que lo dejé todo. Era un personaje que deseaba hacer desde hace años.  

-Con Reina Juana, el escenario es únicamente para usted, con un excelente monólogo de Caballero, ¿disfruta el escenario de una forma diferente a cuando lo comparte con más actores?

-Depende de quienes sean los actores, pero me llevo bien con todo el mundo. Con quien no me llevo bien, acaban yéndose o me voy yo. He tenido la suerte de trabajar con los mejores actores y directores  de España. Y siempre me he llevado bien con todos excepto con dos que no te diré...

-Decía que en la interpretación, cada vez que se sube al escenario es distinta a la anterior, ¿qué ha aprendido con esta obra?

-Con Juana aprendo todos los días, estoy aprendiendo a sentirla, amarla, emocionarme y a vivir con ella. El día que deje de aprender, tendré que dejarlo.

-Cuando echa la vista atrás y ve todo el camino recorrido, ¿qué se le viene a la cabeza?

-Sólo miro atrás para ver a toda la gente que he conocido y me ha ayudado y para rezar por mis seres queridos, pero yo no soy de las que miran hacia atrás, mi vida es hoy.

-Y si tuviese la oportunidad de decirle algo a la Concha Velasco que empezaba con 10 añitos...

-Concha Velasco es una luchadora, una trabajadora a la que yo, desde la distancia, admiro enormemente, me parece una estupenda señora en lo profesional, en lo personal, ya le pediré a Dios que me perdone en su momento.

-Comenzó con la danza y, al final, actriz...

-Después de haber conseguido una beca para estudiar en Inglaterra, tuve que dejarlo para ayudar a mi familia económicamente. Por eso admiro mucho a esa Conchita que dejó lo que más le gustaba en el mundo, con sus premios, para dormir en la calle. Pero me parece estupendo todo eso porque me ha permitido ser la actriz que soy ahora y hacer Reina Juana. A veces luchamos por cambiar el destino y es inútil, porque está ahí, y la niña que bailaba tan bien acabaría siendo la actriz reconocida que interpretaría Reina Juana, pues bendito sea Dios.

-Si pudiese destacar una cosa, ¿qué es lo que más le gusta de su profesión?

-El trabajo y la gente que trabaja conmigo, desde los técnicos a los artistas, porque el teatro necesita de todos: autor, director, intérpretes y el público. 

-¿Y de su vida?

-He decidido no hablar de mi vida, no es tan importante como la de Juana, es una vida normal y corriente pero con la suerte  de poder interpretar a personajes como Juana de Arco, Teresa de Jesús o Juana la Loca.

-Además de Reina Juana, ¿qué proyectos futuros tiene entre manos?

 

-Con Reina Juana tengo un contrato hasta 2018, tendré 78 años, ¡no sé cómo se atreven! Además, el día 22 de agosto empiezo a grabar una serie de la que no puedo contar nada por el momento, seguiré grabando Cine de Barrio cada lunes, que se emite los sábados y, debido al éxito de Reina Juana, no he tenido tiempo para poder realizar una película maravillosa a la que dije sí, pero el contrato me obliga a estar con Juana hasta que muera.

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