exposición Abierta hasta finales de enero de 2012

Juan Ramón Jiménez y la Generación del 27

  • La Casa Museo Zenobia-JRJ ofrece un recorrido a través de la imagen y de las dedicatorias que le escribieron al Nobel

Con motivo del Congreso Internacional Presencia de JRJ en los poetas del 27, que acaba de finalizar y donde se ha analizado la enorme influencia que ejerció Juan Ramón sobre los jóvenes poetas de la Generación del 27, desde el Centro de Estudios Juanramonianos han expuesto y sacado a la luz las palabras de admiración y cariño que se profesaron mutuamente a lo largo de sus vidas. Esta interesante muestra, bajo la dirección de Antonio Ramírez Almanza, director de la Fundación Zenobia-JRJ, y Rocío Bejarano Álvarez, responsable del Centro de Estudios Juanramonianos, puede disfrutarse en la Sala de exposiciones de la Casa Museo hasta finales de enero de 2012.

Estas palabras que escribió Rafael Alberti en 1980 resume a la perfección lo que este grupo sentía por el Nobel: "Por aquellos apasionados años madrileños, JRJ era para nosotros, más que Antonio Machado, el hombre que había elevado a religión la poesía, viviendo exclusivamente por y para ella, alucinándonos con su ejemplo", y como veremos, Juan Ramón también describió perfectamente el espíritu de estos jóvenes poetas que comenzaban a abrirse camino con estas palabras en carta a Gerardo Diego en 1920: "Me parece magnífico que los nuevos -ustedes aquí, en este caso- hagan lo que hacen, y lo otro y lo de más allá, todo cuanto signifique 'contra' y 'verde', único valor juvenil, mientras cada uno -el que pueda- va encontrando por sí solo, aún dentro de su grupo natural, su propio clasicismo". Incluso en la carta a Jorge Guillén de 1922, que podemos verla reproducida en la exposición, podemos destacar esta frase: "¡Qué alegría ver subir 'nuevos completos' como usted!...".

Otra carta que han querido mostrar es una de Altolaguirre de 1929, que destila gran admiración hacia el moguereño, como podemos leer en este fragmento: "Si siempre que me acuerdo de usted le escribiera lo haría siempre. Ahora que tengo mucho y nada que decirle le pongo estas líneas de verdadera amistad silenciosa".

Dámaso Alonso, en el diario Arriba, escribió estas Palabras urgentes en la muerte del poeta, que por su belleza no podemos ignorar: "Juan Ramón ardió toda su vida sin desfallecimiento, para ofrendarse, para consumirse en el altar de la Belleza (con mayúscula). Nuestras preocupaciones estéticas son muy distintas. Lo que queremos es mover, o mejor sacudir, el corazón y la inteligencia del hombre. Pero eso no nos ciega y no nos impide reconocer la grandeza y la generosidad del esfuerzo de Juan Ramón y la larga estela de hermosura que señalará para siempre su paso por la poesía (en verso y en prosa) de España".

No podía faltar en esta exposición el viaje que realizaron en 1924 Juan Ramón y Zenobia a Granada, invitados por Federico García Lorca y su familia. Esto dijo el malogrado poeta granadino tras el encuentro: "Ahora que le he tratado íntimamente he podido observar qué profunda sensibilidad y qué cantidad divina de poesía tiene su alma. Un día Juan Ramón me dijo: 'Iremos al Generalife a las cinco de la tarde, que es la hora en que empieza el sufrimiento de los jardines'. Esto lo retrata de cuerpo entero, ¿verdad? Y viendo la escalera del agua, dijo: 'En otoño, si estoy aquí, me muero".

Para finalizar este pequeño recorrido por la exposición, han sacado de los estantes de la biblioteca de Juan Ramón Jiménez y exponer en las vitrinas algunos libros que estos poetas regalaron y dedicaron al moguereño. Entre otras, destacan las de Gerardo Diego: "Para el admirable poeta Juan Ramón Jiménez, en testimonio de sincera devoción"; Marinero en tierra, de Rafael Alberti: "A usted, Juan Ramón, cariñosamente, con un fuerte abrazo, su verdadero amigo Rafael Alberti"; Vicente Aleixandre: "A Juan Ramón, con respeto, admiración y amistad"; Luis Cernuda: "A Juan Ramón Jiménez, fiel a su orgullo y su fe, caído, mi orgullo y mi fe. Luis Cernuda", o de Dámaso Alonso: "A Juan Ramón, con cariño 'del todo' - ayer, hoy, mañana- y la admiración -siempre- de este impuro -¡ay!- editor". Esta breve muestra denota el indiscutible fervor hacia el autor del Diario de un poeta recién casado en aquellos años de la Generación que iniciaba sus pasos, y sin dudas, el "indiscutible magisterio ejercido por JRJ".

Invitamos a los apasionados de la poesía y la literatura a disfrutar de la exposición,abierta aún en la Fundación Zenobia-Juan Ramón.

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