El dramaturgo e investigador Javier Ros Pardo presenta hoy en Huelva (La Dama Culta, 19:00) su original primera novela, Perfidia de España, en el que expone con enorme sentido del humor y riqueza lingüística una visión mordaz de la Andalucía y la España de los 50, brindando un mosaico de personajes de muy diferentes estratos sociales que se coinciden con el telón de fondo de la música popular de esa época: la copla.

La trama se desarrolla en la Sevilla de finales de los años 50, pero también hay momentos en el resto de provincias andaluzas: "Era una sociedad en blanco y negro, con una enorme frustración por lo que había ocurrido, pero donde la gente salía hacia delante con mucho humor, la música y el instinto de supervivencia", explica su autor, que escribió, primero en Isla Canela, el guión cinematográfico que años después se amplió a novela, y que, precisamente ahora, se encuentra en fase de preproducción.

Las coplas y los famosos personajes que las protagonizaron se mezclan en el libro

Las coplas y los famosos personajes que las protagonizaron, como el enamorado de María de la O, el marinero de Tatuaje, el chulo de La bien pagá y otros tantos, se cruzan en la compañía Teatro Oriental que conmociona la Feria de Abril de 1958 con su espectáculo de variedades Perfidia de España, que mezcla flamenco, vodevil, chistes…

Entre el respetable se cruzan la aristocracia, los militares, el clero y el pueblo bajo con los propios artistas o personajes relevantes del momento, como el poeta Rafael de León. Allí se ven amores terribles y quebrantos, en una ficción a ratos delirante y esperpéntica que no oculta su vocación de denuncia: "Ser mujer en España o en el centro de África en aquella época podía tener las mismas ventajas", destaca el autor, lamentando las carencias y la resignación con la que vivían los españoles "y la pérdida de talento que había sufrido el país, y que en estos últimos años parece haberse repetido".

Según el escritor, dramaturgo y guionista sevillano, "la música, la risa, las canciones y la guitarra fueron el mejor bálsamo para una sociedad en la que una gran parte creció como una generación truncada que no tuvo oportunidades y, especialmente las mujeres, tuvo que asumir únicamente el rol que se esperaba de ellas", explica. Se trata de una España que, "asumiendo que no puede cambiar las cosas, en gran medida, agacha la cabeza y huye hacia adelante cantando coplas maravillosas".