Jarcha: Cinco décadas de historia musical
El grupo onubense celebra dos conciertos el sábado y el domingo, días 21 y 22 de mayo, para celebrar el 50 aniversario de su trayectoria
La voz del pueblo

Huelva/El grupo Jarcha nació en 1972 y en sus inicios compartían una vivienda para hacer música en la Joya, una casa que "es historia de Huelva", dice Rafael Castizo, integrante de manera ininterrumpida desde entonces. La cosa no quedó ahí porque desde un punto del suroeste del país y gracias a su música, su granito de arena en la historia se extendió a todo un país, cuando su Libertad sin ira se convirtió en el himno de la Transición.
Una trayectoria de cincuenta años que celebran con sendos conciertos los días 21 y 22 de mayo a las 21:00 y a las 20:00, respectivamente, en el auditorio de la Casa Colón de la capital onubense en los que ante todo quieren disfrutar. Junto a Castizo, sus compañeros Maribel Martín, Jesús Bola, Toñi García, Pepe Roca y Andrés Marchena, todos acompañados por "músicos de primera de Huelva y muy queridos".
Habrá un mínimo de doce personas sobre el escenario, que compartirán también con algunos de los componentes que ha tenido el grupo -más de veinte- a lo largo de estas cinco décadas. Entre ellos la también onubense Maribel Quiñones, Martirio, que se unirá para interpretar dos de las canciones. También Juan José Oña, Antonio A. Ligero, Ángel Corpa o Lola Bon, procedente de Galicia y con la que no actúan desde hace ya treinta años.
El repertorio que van a ofrecer al público se compondrá de más de treinta canciones con "la parte evidente", señala Castizo en referencia a grandes éxitos como el ya referido, así como Andaluces de Jaén o Segaores. Sin embargo, "queremos ofrecer también novedades, temas que nunca hemos interpretado en directo, por lo que para muchos serán un estreno", aclara Pepe Roca, santo y seña del mítico Alameda pero que integró también Jarcha de 1987 a 1994 y ahora también en una segunda etapa porque "es reincidente", bromea Castizo. También Toñi, fundadora e integrante en tres fases interrumpidas del conjunto onubense y que también formó parte de Alameda.
Desde octubre llevan planeando estas bodas de oro con el público para empezar a concretar fechas con Huelva y Sevilla como lugares principales de ensayo. "El que no vaya se lo va a perder", asegura Roca sobre el recorrido musical que van a ofrecer a su público "eligiendo lo inevitable y temas que no tuvieron tanta relevancia pero que son una maravilla de dos discos especiales". Se refiere a los dos en los que pusieron música a poemas de Lorca -A la memoria de Federico García Lorca- y de Miguel Hernández -El rayo que no cesa-. Del primero cita La nana del caballo grande, "muy vacilona y atrevida, un triple salto mortal", dice Roca, y también ofrecerán su particular versión del Concierto de Aranjuez.
Porque Jarcha bebe de las fuentes de la tierra pero no es sólo folclor, aunque también, aún recuerdan cuando iban a pueblos de la Sierra y del Andévalo con sus grabadoras para rescatar sones del olvido, "y después ponerlo en la sartén y cocinarlo", dice Rafael Castizo, para imprimir el sello del grupo, tan suyo.
Esa vivienda de la Joya, ese foro cultural de los 70, era el escenario en el que se manifestaban los intereses culturales de jóvenes de la época, del Colón Maristas o del colegio menor de La Rábida. Una de las consecuencias fue la voluntad de poner música a determinados autores como los ya citados o Bertold Brecht. Eran jóvenes de su tiempo en los que habitaba "cierto interés por manifestar una inquietud más que política, social", aclara Castizo.
Y así, fue "rodando todo" porque "con 18 años eres muy atrevido, no te planteas el futuro". Esa edad tenía al comienzo y poco después, en 1976, llegó el boom con Libertad sin ira, con letra de Rafael Baladés y música de José Luis Armenteros y Pablo Herrero. Salió al mercado y fue el fondo musical del lanzamiento de Diario 16, comenzaba a tener repercusión y fue prohibida un día. Eran otros tiempos, tanto que a la jornada siguiente la interpretaron en directo en el Telediario.
No sería el único encontronazo con la censura, con su Andaluces de Jaén, el gobernador de aquella provincia aseguró que mientras él ocupara el cargo esa canción no sonaría. Un tema por el que en muchos lugares han creído que el grupo procedía de esa provincia.
Pero como dice Toñi García, "en música dos más dos no son cuatro ni veintidós, hacíamos lo que nos gustaba, recogíamos el folclor que se perdía, teníamos mucha ilusión y hubo respuesta". Asegura que "el éxito no se nos subió a la cabeza, con Libertad sin ira no parábamos y lo que queríamos es volver al menos dos días a casa".
En casa celebran su cumpleaños, tenía que ser aquí, donde señalan con mucho énfasis todas las facilidades que se les han dado, la receptividad del Ayuntamiento para conmemorar este aniversario. Toñi mira al futuro, "soy la más optimista", dice, porque "con lo bonitos que van a quedar los conciertos... Primero en nuestra tierra pero también llenaríamos en otras ciudades, pero no para girar en minibus. Puntualmente, me apuntaría".
Pasado, presente y futuro de un grupo que al comenzar "no pensábamos que estaríamos tanto tiempo", admite Rafael Castizo. Ya han estado cincuenta años.
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