Harry Potter: el principio del fin
Cine
La primera parte de 'Las reliquias de la muerte', la penúltima entrega de la saga, llega hoy a los cines para plantear la pelea definitiva entre el joven mago y el Señor Tenebroso


Todo tiene un final, y el de la saga Harry Potter empieza hoy con la primera parte de la adaptación del último libro de J. K. Rowling. Y es que los ávidos productores han decidido que las casi 800 páginas de la novela que cierra las aventuras del cada vez menos pequeño mago sean divididas en dos películas. Una táctica comercial que veremos si no les sale por la culata. El relativo tropezón de la última película, Harry Potter y el misterio del príncipe, que no fue el éxito esperado, debió hacer saltar las alarmas. Tal vez tras conocer el final por las novelas, el publico perdió el interés en seguir los filmes. O puede que los niños que se engancharon al primer filme de la saga en 2001 ya estén en otras cosas. El caso es que la lógica empresarial se ha impuesto y los que quieran ver el final de los filmes deberán esperar a julio del 2011 para hacerlo.
Una saga que en cine ha sido más movidita de lo que sería de desear. Mientras que las novelas han sido controladas por su autora desde el primer momento, las películas han pasado por diversos avatares. Las dos primeras fueron encargadas al especialista en cine familiar Chris Columbus, algo lógico cuando Harry era un niño. En la tercera empezaron los problemas, pues el pequeño mago había crecido y hacía falta cambiar de registro. En una decisión algo extraña, la tercera entrega se puso en manos del mexicano Alfonso Cuarón, que de lejos hizo en El prisionero de Azkabán el mejor título de la serie, el más adulto y oscuro. Pero a los productores no les gustó el planteamiento, y en El cáliz de fuego retrocedieron a los aspectos más infantiles del personaje, en manos de Mike Newell. Las restantes películas fueron confiadas a las manos del aplicado funcionario David Yates, que ha dado el tono justo que se requería. Siniestro pero sin pasarse.
Las dos partes de Las reliquias de la muerte significarán el final de la lucha entre el elegido Harry y el villano Voldemort, a la vez que su situación sentimental se aclarará. Como de costumbre, al elenco habitual se unen nuevos fichajes. Así, el cómico Rhys Ifans es el editor de la publicación de magia The Quibbler. Bill Nighy, que se esta especializando en personajes extravagantes, como el pulpo de Piratas del Caribe, es Scrimgeour, uno de los mas peligrosos sicarios de Voldemort. Rade Seberdzija es una pieza clave en la trama.
Sobre el argumento, a los fieles de Harry no habrá que decirles nada sobre él. A los que no controlan tanto el asunto, se les puede adelantar que el alumno de magia debe salir de los confortables muros de Hogwarts con sus inseparables Hermione y Ron para una peligrosa misión con el objetivo de derrotar a Voldemort.
Tienen que hallar los dispersos horrocruxes que contienen los fragmentos del alma del Señor Tenebroso, única forma de acabar con su inmortalidad. El problema es que tras la muerte de Dumbledore el poder del lado oscuro es cada vez más fuerte, y Harry y sus amigos lo tienen cada vez más difícil, además de no saber ya quién es amigo o enemigo. Al mismo tiempo, Voldemort busca las reliquias de la muerte, tres elementos que le permitirán controlar a la parca, lo que completaría su ya amplio poder.
Veremos cómo funciona la decisión de dividir en dos una historia que ya se conoce. Cabe advertir a los fans de que esta primera parte se acaba sobre el capítulo 24 del libro, cuando el Señor Oscuro consigue una de las reliquias que busca: la vara de fresno. Que ésta dé suerte al final de la saga Potter en cine y llegue a buen puerto.
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